Ayuntamientos poco femeninos

La paridad de sexos en el Gobierno de José Luis Rodriguez Zapatero, sólo comparable a la del Gobierno sueco, en el que la mitad de los ministerios están en manos de mujeres, está muy lejos de la realidad política catalana. Si en el Parlament el porcentaje femenino es del 30%, en los gobiernos locales esta cifra se reduce aún más. Y es que sólo hay una alcaldesa por cada 10 alcaldes, según un estudio de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) elaborado por encargo de la Asociación de Mujeres Periodistas. A esta poca representatividad femenina en la política más cercana a la ciudadanía -hay que recordar que son mujeres más del 50% de la población- se añade que el número de regidoras es sólo del 23%. Con estos datos, "se hace muy difícil apreciar si las mujeres que ejercen responsabilidades políticas lo hacen con un estilo diferente", explicó ayer Imma Moraleda, diputada de políticas de igualdad de la Diputación de Barcelona.

El estudio indica también que el 90% de los consistorios catalanes no llegan a la paridad y que hay 202 municipios -el 21,4%- que no tienen ni una mujer en el conjunto de los órganos de gobierno. Otro elemento destacable es que un porcentaje muy alto de las responsabilidades ejercidas por las mujeres que acceden a los puestos de decisión locales se concentra en los servicios denominados "de las personas", es decir, en áreas sociales, como las de educación o sanidad.

Esta situación, que reproduce la feminización que existe en muchas profesiones, ha llevado a diversos ayuntamientos a nombrar una persona responsable en políticas de igualdad para que abogue por una participación y una representación femenina más activa y eficaz. Porque, como dejó escrito la filósofa Hannah Arendt, "la ciudad es la memoria organizada", y ésta es propiedad de todos y todas.

En el marco de este debate, ayer se inauguró en Barcelona un seminario internacional sobre la presencia de las mujeres en política local. El encuentro, organizado por la Diputación de Barcelona, cuenta con la presencia de más de un centenar de alcaldesas y regidoras europeas y latinoamericanas. "Entre todos debemos hacer el esfuerzo para que la conciliación de la vida pública, la laboral y la profesional sea una realidad en este nuevo siglo", señaló Moraleda, quien opina que es necesario "un nuevo contrato social" que garantice la plena participación de las mujeres en las decisiones políticas.

Izalena Tiene, alcaldesa de Campinas, ciudad brasileña de más de un millón de habitantes, denunció por su parte la "situación de discriminación" que padecen las mujeres de su país, ya que son las que "tienen el salario más bajo, las que sufren la violencia y las que trabajan más duramente para intentar superar estas cuestiones". A juicio de Tiene, esta situación de discriminación en su condición de ciudadanas sólo se superará "consiguiendo la participación pública y plena" de las mujeres en las decisiones de la Administración local. Por su parte, Helle Degn, ex comisaria europea, ex ministra y diputada danesa, subrayó que "las actuales democracias demandan una mayor seguridad económica y social, y eso sólo será posible con la intervención de las mujeres".

Las conclusiones de este seminario, que acaba mañana, se presentarán en julio en el marco del Fòrum 2004, en las jornadas dedicadas a la mujer.