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Sanidad se apoya en estudios científicos para concluir que una incineradora "no debe suponer riesgos" para la salud

Mikel Ormazabal

La Dirección de Salud Pública considera que la instalación de una "incineradora moderna", sometida a sistemas de vigilancia y control, "no debe suponer un riesgo adicional para los residentes en la comarca del Txingudi". El Departamento de Sanidad asegura que ha llegado a esta conclusión después de realizar un "riguroso estudio de revisión" de la literatura científica publicada sobre la incineración de basuras. Además, se compromete a "velar por el correcto funcionamiento" de la planta de combustión que los ayuntamientos de Irún, Hondarribia y Hendaya van a construir en la zona de Jaizubia (Hondarribia).

Sanidad sale así al paso de las protestas que han realizado vecinos y asociaciones de la comarca del Bidasoa, contrarios a la construcción de la incineradora. Las últimas críticas han llegado de un colectivo formado por más de 400 médicos y enfermeras de Guipúzcoa, quienes consideran que la planta de Txingudi expulsará "elementos cancerígenos" al ambiente y acarreará "riesgos para la salud" de los habitantes de Irún, Hondarribia, Lezo, Rentería y Oiartzun.

Salud Pública admite que las dioxinas y otros compuestos emitidos por las incineradoras son "en mayor o menor medida tóxicos", pero subraya que las instalaciones modernas "cuentan con un control del proceso de combustión y sistemas sofisticados de tratamiento de las emisiones". En estas infraestructuras, agrega, "no existe evidencia de que la población residente en el entorno de estas plantas de incineración esté sometida a un incremento del riesgo de contraer enfermedades".

Para reforzar esta afirmación, el departamento añade en una nota que "el 99% de la exposición a dioxinas de la población que reside cerca de una incineradora se realiza a través de los alimentos que consume en su dieta habitual y no procede de la exposición directa a las emisiones de la incineradora".

La Dirección de Salud Pública ofrece garantías de que vigilará estrechamente el funcionamiento de la planta del Txingudi, como realiza "en la industria alimentaria y en el tratamiento de las aguas de consumo".

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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