Nueve detenidos por tirotear a un joven moldavo en Orihuela
La policía busca a varios implicados más, entre ellos el autor de los disparos
La policía detuvo ayer a al menos nueve personas por su implicación en el tiroteo y apaleamiento de un joven moldavo, de 21 años, la noche del viernes en plena calle, en el casco histórico de Orihuela. Fuentes de la investigación aseguran que el caso está pendiente de nuevos arrestos, entre ellos el autor de los disparos. Los detenidos pertenecen a una familia gitana residente en la zona. La víctima sigue en coma.
Un portavoz oficial de la Comisaría de Orihuela declinó precisar el número de detenidos por el linchamiento del joven inmigrante, en el que, según testigos presenciales participaron entre 15 y 20 personas, todas pertenecientes a la etnia gitana. "Los detenidos son como mínimo cuatro, entre ellos la persona que ocultó la pistola con que se efectuaron los disparos", dijo. "La investigación sigue abierta, estamos pendientes del arresto de al menos otras tres personas más, entre ellas el autor material de los disparos", añadió el portavoz. El presunto pistolero ha huido de la localidad.
Horas después, fuentes cercanas a la investigación confirmaron que se habían producido otras cinco detenciones y que el número de arrestados se elevaba a nueve, aunque tampoco se había atrapado al autor de los disparos. Todos los arrestados, residentes en esa zona marginal del centro de Orihuela son además miembros de una misma familia gitana, y pasarán a disposición judicial a lo largo de hoy.
El linchamiento se produjo a últimas horas de la noche del viernes, cuando la víctima salía de un locutorio después de enviar dinero a su familia. Entonces, el joven moldavo invitó a golosinas y refrescos a un grupo de niños, de la etnia gitana. Uno de ellos contó a su padres que el hombre les había invitado a cambio de proposiciones deshonestas. La investigación rechaza radicalmente esta versión del pequeño y asegura que las sospechas de que la víctima era un pederasta "son infundadas".
El relató del niños enervó los ánimos de los padres que, acompañados por otro grupo de entre 15 y 20 personas, todos armados con palos la emprendieron a golpes contra el joven moldavo. En el transcurso del apaleamiento se produjeron cuatro disparos, dos de los cuales impactaron en el abdomen de la víctima, un tercero en brazo y un cuarto en la pierna.
El joven fue ingresado en estado muy grave en el hospital comarcal de la Vega Baja. Fuentes de la investigación aseguran que el estado de la víctima es "de coma irreversible". El inmigrante tiroteado y apaleado residía en Orihuela desde hace un año, donde habitualmente trabajaba como albañil.
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