Fomento aplaza un año la entrada en vigor de la ley que abrirá el ferrocarril a la competencia
Magdalena Álvarez dará prioridad a la seguridad en el transporte frente a nuevos proyectos
La nueva ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, anunció ayer el aplazamiento, al menos por un año, de la entrada en vigor de la polémica ley ferroviaria, prevista para el 18 de mayo, que iba a suponer la apertura del ferrocarril a la competencia y el fin del monopolio de Renfe. Fomento tendrá listo este año un plan de infraestructuras (terrestre, marítimo y aéreo) en el que el ferrocarril será la "estrella", según dijo la ministra, y que pretende acabar con el actual modelo radial. Álvarez enfatizó que dará prioridad a la seguridad en el transporte, en especial por carretera, para paliar la lacra de los accidentes.
Vacatio legis de un año para la Ley del Sector Ferroviario. Ésta será la primera medida que adoptará la nueva y primera ministra de Fomento de la historia, Magdalena Álvarez, según anunció durante la toma de posesión de su cargo. La ley, elaborada por el equipo del ministro saliente, Francisco Álvarez-Cascos, había motivado una gran contestación por parte de algunas comunidades autónomas, que creen que invadía sus competencias, y entre los trabajadores de Renfe, que veían en ella una vía para la privatización de la compañía.
Precisamente, para limar esas asperezas y buscar un texto de mayor consenso, se ha tomado la decisión de aplazar la entrada en vigor de la ley. En concreto, la ministra justificó el aplazamiento en la falta de un desarrollo normativo necesario -estaba pendiente la aprobación de varios reglamentos- para la aplicación de la ley y en la resolución de los recursos interpuestos por varias comunidades que fueron admitidos a trámite en marzo por el Tribunal Constitucional (Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha y Cataluña).
Por eso, la ministra dejó abierta la puerta a cuantas "modificaciones sean necesarias para llegar a un consenso con todas las administraciones y solventar las debilidades planteadas". La ley diseñada por el anterior equipo preveía una progresiva apertura del ferrocarril a la competencia: primero, y de forma inmediata, la liberalización del transporte de mercancías y, en 2008, el de viajeros.
Para aplicar esa liberalización, la ley, en su redactado actual, cambia el actual modelo ferroviario, ahora concentrado en manos de Renfe, separando la gestión de la infraestructura (la vía, las estaciones, etcétera) de la del transporte. La primera función sería asumida por un nuevo organismo público (Adif), que realizaría tareas similares a las que lleva a cabo Aena en los aeropuertos. En cuanto al transporte, se ha pretendido eliminar el monopolio de Renfe para dar entrada a empresas privadas competidoras en todas las líneas.
Pero el éxito de cualquier modelo pasa primero por cuadrar las cuentas de Renfe, cuya abultada deuda, más de 7.200 millones de euros, es una de las principales preocupaciones del nuevo equipo, como puso de manifiesto la ministra, que aseguró que se estudiarán "las fórmulas para dar viabilidad financiera al sistema ferroviario".
Plan de infraestructuras
La segunda tarea que se ha marcado la ministra es elaborar antes del 31 de diciembre de este año un Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte. Fomento apostará por "una estructura de malla", que ponga más en contacto a las diferentes comunidades entre sí, y no sólo con Madrid. Poco antes de ganar las elecciones, el PSOE presentó un plan a 10 años y un coste de 109.043 millones.
La prioridad de Álvarez será la seguridad del transporte (carretera, ferrocarril y marítimo). "No nos podemos quedar impasibles ante los accidentes", afirmó la nueva ministra, que también recordó la catástrofe del Prestige. El segundo objetivo será el mantenimiento de las infraestructuras ya existentes, materia que se impondrá, si así se requiere, al desarrollo de nuevos proyectos. Pero Álvarez envió un mensaje para tranquilizar al sector de la construcción. "Se mantendrán y se avanzará en las inversiones para infraestructuras", aseguró, e insistió en que quiere "una gestión eficiente y racional de los recursos".
La toma de posesión, en la sede de Fomento, fue muy concurrida. La ministra estuvo acompañada por miembros de su anterior equipo de la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno de Andalucía, además de por sus nuevos colaboradores y de altos cargos del anterior Ejecutivo.
