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Entrevista:MELISSA P. | Escritora

"El 90% de lo que cuento es verdad"

Aunque en las fotografías que aparecen en su página web Melissa Pannarello (Catania, Italia, 1985) aparece casi como una vampiresa, vista de cerca es una cría que aún tiene acné, pero una cría que sabe muy bien lo que quiere. Publicó Los cien golpes (Poliedro y Columna en catalán) en 2003. Tenía 17 años y lo firmó como Melissa P. Ha vendido más de 700.000 ejemplares, se está traduciendo a varios idiomas y editoriales de todas partes intentan repetir el fenómeno de esta Lolita del siglo XXI.

Los cien golpes es un diario erótico de iniciación sexual de alto voltaje. Se inicia cuando tiene 15 años y su "primera vez" fue una felación no muy agradable. Daniele, de 19, la humillaba siempre que podía. Con Roberto, un estudiante de Derecho, descubrió el sexo en grupo. Ella y cinco amigos a la vez. Descubrió a Letizia a través de un foro lésbico de Internet. Son sólo unos ejemplos.

Pregunta. ¿Cuánto hay en el libro de autobiografía y cuánto de ficción?

Respuesta. El 90% de lo que cuento es verdad, y el 10%, no. He escrito las experiencias que he vivido realmente y el resto no es totalmente ficción. El tiempo y la memoria modifican las cosas. Lo escribí de un tirón en un mes cuando ya tenía 16 años.

P. ¿Tuvo dificultades para publicarlo?

R. Envié un resumen del libro por correo electrónico a todas las editoriales de Italia y sólo me contestaron dos: Pizzo Nero y Fazi Editoriale. La primera está especializada en libros eróticos, y me decidí por Fazi, claro.

P. Era menor de edad, ¿tuvo problemas?

R. No tuve problemas legales, porque mis padres me dieron permiso para publicarla. Les amenacé. Les dije que si no me dejaban acudiría a un abogado y prefirieron evitarlo. Lo de Melissa P. fue cosa suya, para guardar las formas. En enero pasado, un mes después de cumplir 18 años, me independicé y me fui a vivir a Roma. No es que en casa estuviera particularmente mal, porque al final siempre hacía lo que quería, pero deseaba tener más libertad personal y de pensamiento. Mi padre tiene ideas muy diferentes.

P. ¿Qué ideas?

R. Ya de pequeña leía mucho y siempre quise escribir. Mis padres, sobre todo mi padre, no se lo tomaban en serio. Cuando me empeñé en publicar el libro pensó que era un capricho de niños. Además, él vota a Berlusconi.

P. Y ahora que ha vendido 700.000 copias, ¿qué piensa?

R. Está más contento de que haya sido un fenómeno mediático que de que yo haya escrito un libro. Hasta hace dos meses no lo leyó. Mi padre es muy raro. La única cosa que me recriminó es que en una de las páginas del libro no hablase bien de él.

P. En sus experiencias usted siempre toma la iniciativa.

R. Sí. Por eso no juzgo mal a los hombres. Si hubo humillación, masoquismo y dolor es porque yo lo busqué. Es algo que necesitaba en aquel momento. Nadie me obligó, yo tenía que hacer ese viaje.

P. En una de sus aventuras le pide a un hombre que la trate como a un objeto.

R. Aunque pueda parecer que estaba sometida, era siempre yo quien dominaba. Los chicos sólo pensaban en follar, yo sabía lo que estaba haciendo y por qué.

P. ¿Por qué?

R. Cuando empecé lo hice siguiendo los más naturales impulsos sexuales. Buscaba sexo y placer, aunque a veces, después, sentía vergüenza. Escribir el libro me ayudó a racionalizar todo eso. Ahora, Melissa P. me parece un personaje literario.

P. ¿Seguirá estudiando y escribiendo?

R. No y sí. De momento he interrumpido mis estudios. El año que viene acabaré el instituto. ¿La universidad? No creo. La universidad italiana es muy cerrada como escuela de pensamiento y yo no quiero que nadie academice mis ideas, que me diga lo que tengo que pensar o escribir. Estoy escribiendo una novela autobiográfica. Si en Los cien golpes narro el paso de una niña a mujer, en la de ahora cuento cómo una adolescente se convierte en persona.

P. ¿Le gustaría que las tropas italianas se fueran de Irak?

R. ¡Sí! Qué suerte tenéis en España.

Melissa P., en Barcelona.
Melissa P., en Barcelona.JOAN GUERRERO
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