"Somos militares y cumplimos órdenes del Gobierno", aseguran en la base de Diwaniya

"En principio no hay comentarios; somos militares y cumplimos las órdenes del Gobierno", aseguró anoche desde Diwaniya (Irak) el teniente coronel Guillermo Novelles, portavoz de la Brigada Plus Ultra. En Base España, situada en una región de mayoría chií a 180 kilómetros al sur de Bagdad, la retirada no va a afectar a la mitad de los 1.300 soldados españoles que componen la Brigada Plus Ultra II (200 de ellos desplegados en Nayaf), porque iban a ser relevados esta semana, según los planes establecidos por el anterior Ministerio de Defensa. "Los que estábamos aquí tenemos ganas de marchar porque así estaba previsto; a los que afecta la medida es a los que vienen ahora", añadió Novelles.

"El día 21 se llevará a cabo la transferencia de autoridad del general [Fulgencio] Coll al general [José] Muñoz en Diwaniya", indicó Novelles, que aún no ha recibido la orden de retirada a través de la cadena de mando. Lo que no se sabe aún es cuánto tiempo se va a necesitar para completar el regreso de los soldados a España. "La retirada de las tropas lleva aparejado un repliegue logístico que exige un estudio previo. Una vez hecho, se decide el calendario. Aventurar una fecha es imposible en estos momentos", aseguró Novelles.

Los primeros soldados españoles llegaron a Diwaniya en agosto de 2003. La adecuación de la base, un antiguo cuartel del Ejército de Sadam Husein abandonado tras la guerra de 1991, y el traslado de todo el material de apoyo necesitó de dos meses de trabajo. Los expertos consideran que el repliegue llevará entre uno y dos meses.

Uno de los militares destinados en el primer relevo, al mando del general Alfredo Cardona, y que estuvo en Diwaniya hasta diciembre, aseguró ayer a este diario: "Es una pena abandonar el trabajo hecho y no terminar la misión", aunque reconoció que "desde hace unos días la situación se ha complicado mucho", sobre todo en Nayaf, donde están destinados unos 200 militares españoles. "La percepción del riesgo que se tiene desde España no es la misma que en Irak. Supongo que a los mandos que se encuentran ahora en Diwaniya no les hará mucha gracia volver. Uno va con un plan de trabajo y a nadie le gusta que se lo interrumpan. Pero nosotros obedecemos órdenes y las promesas electorales están para cumplirlas".

El grueso del contingente (unos 1.110 soldados) está en Diwaniya, donde ha desarrollado una labor de ayuda a la población civil: rehabilitación de escuelas, hospitales y fábricas, así como apoyo a la creación de una autoridad civil y una nueva policía iraquí. En Nayaf el trabajo ha sido más político. En esta ciudad santa conviven las distintas facciones del chiísmo, desde el moderado líder espiritual Alí al Sistani hasta el clérigo más radical, Múqtada al Sáder, responsable de la insurrección de abril contra las tropas extranjeras.

Este levantamiento, provocado por la detención el 3 de abril de Mustafá al Yaqubi, colaborador de Al Sáder, colocó en graves dificultades a la base española en Nayaf, que fue atacada. Los soldados repelieron el asalto causando una veintena de iraquíes muertos. La detención de Al Yaqubi causó un hondo malestar entre los españoles, pues el mando norteamericano negó haberla llevado a cabo, desviando la atención. El general Coll ni siquiera fue informado de una decisión que afectaba a su zona. Esta insurrección chií ha dinamitado el trabajo de consenso realizado durante meses por las dos brigadas Plus Ultra. La situación es ahora peligrosa y se han limitado las salidas del cuartel. No es posible proseguir con la misión humanitaria. Son tropas dedicadas casi en exclusiva a su propia defensa.