"Los mayores reclutadores de terroristas son Bush y Sharon"
El intelectual árabe Tariq Alí, nacido en 1944 en la ciudad paquistaní de Lahore, presentó ayer en Madrid Bush en Babilonia (Alianza Editorial), donde explica su teoría del porqué de las dificultades a las que se enfrenta Estados Unidos en Irak. En una entrevista concedida a EL PAÍS considera que la violencia en Irak y el terrorismo islámico son consecuencia directa de la "política colonial" de EE UU en la que juega un papel clave su incondicional apoyo a Israel.
Pregunta. ¿Cómo califica la situación en Irak?
Respuesta. La resistencia ha entrado en una segunda fase. Irak es un país con una conciencia nacional muy fuerte que no quiere ser ocupado. A partir de ahora se pueden hacer dos cosas. Una es dejar a Naciones Unidas que tome el control del proceso y que se celebren elecciones libres y democráticas, aunque el vencedor no sea del agrado de Washington. La otra opción es enviar más tropas. Rumsfeld está barajando enviar otros 100.000 soldados, pero no serán suficientes. Harán falta muchos más. Si EE UU se ve obligado a volver a introducir el reclutamiento obligatorio, habrá una explosión interna. Por eso buscan desesperadamente que otros países envíen soldados a Irak.
P. ¿La violencia indiscriminada contra los civiles occidentales y los secuestros y asesinatos en Irak, no radicalizarán las posturas de los ciudadanos occidentales?
R. La resistencia ha puesto en el punto de mira a los hombres de negocios extranjeros y esto tiene una explicación: EE UU está intentado imponer un régimen neoliberal en un país donde siempre ha existido un fuerte sector privado en la pequeña empresa que ahora se ve totalmente desplazada por los grandes contratos. EE UU tiene dos modelos de colonialismo. Uno es el británico, donde se llega a un acuerdo con la élite local y se le da una parte de auténtico poder. Otro modelo es el israelí; matar a los líderes locales uno a uno. Washington oscila entre uno y otro.
P. ¿Justifica usted el terrorismo en numerosos pasajes de su libro?
R. Mire; hay que diferenciar entre terrorismo y resistencia. Cuando Europa estaba ocupada en la II Guerra Mundial, la resistencia hacía cosas terribles que eran calificadas de terrorismo por los nazis. Lo mismo sucedió durante las guerras coloniales. No hay una resistencia bonita. La gente ocupada tiene derecho a emplear los medios que crea necesarios. Esto siempre ha sido así.
P. Pero la escalada terrorista no ayuda a desvincular la imagen árabe con la del terrorismo...
R. Occidente debe comprender que los terroristas son un grupo minoritario, como lo era la Bader-Mainhoff en Alemania. No les apoya la inmensa mayoría de la población islámica en ninguna parte. No se puede culpabilizar, por ejemplo, a los inmigrantes en Europa. Es una mentira. Hay que destruir los estereotipos. La clave del asunto es cómo frenar el reclutamiento de gente joven en esos grupos. ¿Cómo hacerlo manteniendo una ocupación en Irak y Palestina? Bush y Sharon son los dos mayores reclutadores de terroristas.
P. ¿Cree que la solución al conflicto árabe israelí es la clave para la paz en la zona, o después de la guerra de Irak es sólo una parte?
R. Hay una doble ocupación en el mundo islámico: Irak y Palestina. Ariel Sharon es considerado por muchos, incluso dentro de Israel, como un criminal de guerra por las matanzas en Líbano, y es considerado un amigo por Bush, y dicen combatir el terrorismo, cuando ambos son los grandes tácticos del terrorismo de Estado. Éste es el problema.
P. ¿Qué opina de la declaración de Bush apoyando las reclamaciones israelíes en Cisjordania?
R. Sharon ahora tiene las puertas abiertas para construir el Gran Israel y destruir a los palestinos como entidad política. No un genocidio, sino la destrucción política. Ya lo han intentado en el pasado. En EE UU no hay diferencias entre republicanos y demócratas respecto a Israel, y ésa es la gran tragedia.
P. ¿En qué medida influye Arabia Saudí en lo que ocurre en Irak?
R. Arabia Saudí es una cleptocracia. Recuerda a las películas de El Padrino. EE UU se apoyó en los wahabíes durante la guerra fría, en Pakistán, en el mundo árabe, en Indonesia o en Afganistán. No olvidemos quién creó a Bin Laden. Ahora, el monstruo está fuera de control. La familia real saudí teme más que nadie un Irak democrático. La solución al problema no es hacer locuras en Irak, sino democratizar Arabia Saudí.
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