El PNV muestra su perplejidad al pedirle Zapatero que rectifique el 'plan Ibarretxe'

El debate entre el candidato a la investidura, José Luis Rodríguez Zapatero, y el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, prefiguró un nuevo modelo de relación entre los nacionalistas vascos y el Gobierno central. Si estas relaciones, en la etapa del PP, se caracterizaron por el choque frontal, con el PSOE habrá buenos modales aunque subsistan diferencias de fondo. Zapatero reclamó al PNV que "rectifique" sobre el plan Ibarretxe. Erkoreka replicó que le dejaba "perplejo" la petición.

El debate entre Zapatero y Erkoreka se mantuvo en un tono de guante blanco durante la mayor parte de la hora y media que duró, un tono que sorprendía si se recordaban los duros enfrentamientos que mantenían en el Congreso Iñaki Anasagasti, antecesor de Erkoreka, y el presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar. Tanto Zapatero como Erkoreka coincidían en la necesidad de respetar las formas democráticas y favorecer el diálogo entre instituciones, y en denostar la etapa de los Gobiernos anteriores, por haber hecho del enfrentamiento con los nacionalismos uno de los ejes de su política, con negativas consecuencias en la convivencia democrática. En la anterior legislatura, José María Aznar y el PP ningunearon al PNV y en los debates parlamentarios lo trataron con una dureza rayana en el insulto.

Zapatero, de modo vibrante, llegó a decir a Erkoreka: "Se acabó el lenguaje despectivo del poder hacia la oposición, se acabó el desprecio al diálogo, se acabó la negación de la diversidad, y a partir de ahora será reconocido el valor de la pluralidad".

Pero ya avanzado el debate, Zapatero y Erkoreka se enzarzaron en un enfrentamiento a fondo sobre el plan Ibarretxe y el Pacto Antiterrorista. Fue cuando Zapatero invitó al Gobierno vasco y al PNV al "diálogo y, a la vez, a la rectificación" en alusión al plan Ibarretxe. El líder socialista expresó su rechazo al mismo porque no respeta "las reglas de juego, los procedimientos democráticos de reforma" del Estatuto vasco. Y anunció que esta cuestión se la plantearía al lehendakari, Juan José Ibarretxe, en un próximo encuentro, dentro de "un diálogo institucional que será permanente".

Zapatero había encuadrado esta invitación a la rectificación dentro de una oferta de encuentro dirigida al Gobierno vasco y al grupo parlamentario del PNV y recogida en cuatro puntos: la lucha contra el terrorismo tiene que ser la prioridad del Gobierno vasco; hay que reforzar la coordinación, sin reservas, entre los Ejecutivos central y vasco en la lucha contra el terrorismo; el diálogo institucional debe tener como finalidad la búsqueda del final de la violencia y el PNV debe ampliar su participación en el Congreso de los Diputados y no limitarla a los temas vascos.

El líder socialista dijo que está dispuesto a mejorar las relaciones con el PNV, por la vía del diálogo, y a la búsqueda de un "proyecto común" dentro del "profundo respeto a las normas democráticas" y con la derrota del terrorismo. Y vaticinó que "esta legislatura será de gran trascendencia para el País Vasco".

Fue en ese momento cuando Zapatero recordó a Erkoreka que "hay un proyecto que no compartimos en el País Vasco", en alusión al plan Ibarretxe. El líder socialista matizó que el PSOE no rechaza el desarrollo del autogobierno vasco, sino "la falta de respeto a las reglas de juego, a los procedimientos democráticos" de reforma por los que se guía el plan. "Y si no hay respeto a los procedimientos democráticos, habrá respuesta democrática", aclaró Zapatero.

Erkoreka, en un tono molesto, replicó que se quedaba "perplejo por su reclamación de rectificación". "¿Por qué tengo que rectificar yo mis posiciones si quienes forman Gobierno con usted no lo han de hacer?", se preguntó el portavoz nacionalista vasco en alusión a ERC, que comparte Ejecutivo con los socialistas en Cataluña y que, según Erkoreka, mantiene posiciones similares a las suyas.

Zapatero le respondió, a su vez, que la petición de rectificación forma parte del "mejor debate democrático" y que la realizaba en el "mejor tono". El líder socialista replicó una y otra vez que el problema del plan Ibarretxe es la "falta de respeto a los procedimientos democráticos".

Lo hizo sobre todo cuando el portavoz del PNV señaló que en Euskadi muchas personas cuestionan el "proyecto común" de España y que es necesario que el Gobierno socialista reconozca la asimetría y la multilateralidad territorial. "La Constitución no tiene un concepto cerrado del marco territorial", argumentó Erkoreka para defender una visión más amplia del desarrollo del autogobierno vasco. El portavoz del grupo del PNV emplazó a Zapatero a que elija entre el "fundamentalismo constitucional" y un "constitucionalismo útil".

También mantuvieron diferencias sobre el Pacto Antiterrorista. Zapatero insistió en que es un pacto que nació y existe para combatir "sólo el terrorismo". Erkoreka replicó que trata de "atacar al nacionalismo" y se remitió a unas declaraciones de Jaime Mayor Oreja cuando era ministro del Interior en las que subrayó también este último sentido al pacto.