Depp se convierte en un escritor en crisis

Ni el éxito de Piratas del Caribe ni la primera candidatura al Oscar de Johnny Depp han cambiado una carrera totalmente inusual dentro de Hollywood. "Simplemente, se trata de alguien que no tiene miedo al fracaso. Y eso, en Hollywood, le hace el único", comenta sobre su actor preferido Tim Burton, otra figura singular de esta misma industria. Un razonamiento que puede explicar la presencia de una estrella como Depp, protagonista de la película más taquillera del año pasado, al frente de La ventana secreta, una película menor, basada en una historia de Stephen King sobre un escritor en crisis y al borde del divorcio que se defiende de un granjero que le acusa de plagio. "¿Quién sabe? Quizá aceptó el papel porque quería interpretar a alguien que se llamaba Mort", bromea su director, David Koepp, que tiene mucho más claras las razones de su elección. "Gran parte de la película transcurre a solas en una cabaña. Así que necesitaba un actor con carisma que resultara entretenido incluso dormido. Y ése es Johnny", afirma el realizador. Depp también tuvo sus motivaciones, menos triviales que el nombre de su personaje y más relacionadas con eso que tanto ama, el cine. "Lo que hacemos la mayoría de las veces es reaccionar y en esta ocasión yo era el que tenía que actuar, no tenía con qué reaccionar. Eso fue lo que me convenció", reconoce el actor. Alguien capaz de basar su popular pirata Jack Sparrow en una mezcla entre Keith Richards y el zorrillo de dibujos animados Pepe Le Pew no tuvo problemas para encontrar su propia motivación para este escritor en crisis: "Brian Wilson. El genio de los Beach Boys y las leyendas que hablan de cuando se encerró en casa, llenó de arena su salón, puso el piano en medio y compuso su mejor obra", cuenta sobre su fuente de inspiración.

Estrambótico o genial, a sus 40 años Depp prefiere describirse como un tipo normal, alguien cuya mayor satisfacción llega al acabar la jornada de rodaje. "Empieza entonces un nuevo día, con mis hijos y mi chica", admite este padrazo que aún es dueño del club nocturno angelino The Viper Room pero que prefiere pasar sus insomnios cerca de sus hijos, Lily Rose, de cuatro años, y Jack, de dos, fruto de su relación con la actriz francesa Vanessa Paradis. Además tiene un secreto para recuperar el sueño perdido. "El mejor somnífero, una película, y si es mía, caigo redondo. Debo de llevar mucho tiempo haciendo esto porque en cuanto sale mi nombre en los créditos ya estoy roncando", bromea de una carrera que valora más de lo que su humor parece señalar.