La directiva del centro islámico abandona su encierro a la espera de recuperar la mezquita

Los tres responsables del Centro Cultural Islámico de Valencia que se encerraron el martes en las instalaciones de la principal mezquita de Valencia contra su ocupación por parte del Centro Islámico en España (CIE) -titulares del solar en el que se levanta- abandonaron ayer el complejo religioso a la espera de que el juez decida cuál de las dos entidades tiene el control del edificio. El centro valenciano cree que se trata de una ocupación para dar una vuelta de tuerca integrista al centro, pero el CIE dice que es sólo un problema de gestión y que mantendrá la actividad cultural.

Ridha El Barouni, presidente del Centro Cultural Islámico de Valencia (CCIV) , Amparo Sánchez, portavoz de la entidad, y Fernando Tamarit, uno de los abogados de la organización, salieron ayer por la tarde del despacho en el que pasaron la noche del martes "con los documentos que hemos podido sacar", apuntó Sánchez. "Aprovechamos que habíamos citado a un grupo de niños para unas colonias en Benajéber para salir; taníamos miedo que nos pasara algo si lo hacíamos solos", comentó. Los letrados del CCIV presentaron el mismo martes una denuncia contra el Centro Islámico en España, por ocupación ilegal de las instalaciones de la mezquita -gestionadas desde 1994 por el centro valenciano-. En el escrito acusaron al CIE de cambiar las cerraduras e impedir las actividades docentes al comenzar unas obras destinadas a ampliar el espacio destinado a la oración en perjuicio de unas aulas anexas a la mezquita. Esperaban que el juzgado de guardia resolviera durante el día de ayer la disputa, pero al alargarse la respuesta, optaron por salir de la mezquita y esperar la resolución judicial en sus casas. Los representantes del centro valenciano insistieron ayer en que la entidad musulmana con sede en Madrid pretende reducir al máximo la actividad cultural, potenciar la mezquita y dar un giro integrista a sus actividades.

Mientras, el Centro Islámico en España, que fue la entidad concesionaria del solar gracias a un acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Valencia de diciembre de 1987, defendió ayer que como titulares del suelo, lo son también del edificio, ya que canalizaron los fondos -en gran parte kuwaitíes- que sirvieron para construir la mezquita. El portavoz de esta entidad, Al Massadi, señaló ayer que tienen la intención de reorganizar las aulas, así como "los temas religiosos y culturales" que se desarrollan en sus instalaciones. Abundaron en que ya habían avisado de sus intenciones al CCIV y que legalmente el centro es de su propiedad, por lo que están capacitados para hacer las reformas que consideren oportunas. Otras fuentes más críticas señalaban que a los representantes del centro cultural valenciano "se les ha acabado el chollo", al haber retomado el control de las instalaciones el Centro Islámico en España.