El Macba pide la retirada de un anuncio televisivo por "dañar su imagen"

El servicio jurídico del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) ha enviado una carta a la empresa responsable del anuncio televisivo de un ambientador de la marca Air Wick, de la empresa Reckitt Benckiser, en la que le pide que se elimine del citado spot cualquier elemento que permita identificar el centro, por considerar que "daña la imagen del museo". En el caso de que la empresa no se avenga a modificar el anuncio, pedirán su completa retirada. El anuncio pretende vender el supuesto diseño vanguardista del ambientador, por lo que lo sitúa en una exposición de esculturas de aspecto abstracto durante la cual, tras un pequeño incidente de la responsable de seguridad, el producto comercial acaba sobre un pedestal y resulta ser la obra más admirada.

Según indicó ayer Francesc Casadesus, director de comunicación del museo, el anuncio se grabó el pasado 20 de enero y en el contrato se indicaba que no habría elementos que identificaran al museo y también que, en ningún caso, se podía dañar su imagen. En el anuncio, sin embargo, el museo aparece claramente identificado gracias a unas vistas exteriores del mismo para las que los publicistas no solicitaron permiso al centro, ya que en este caso basta con una autorización municipal. El contrato entre la empresa de publicidad y el museo, según reconoció ayer Casadesus, sí que especificaba el contenido del guión del anuncio y aun así se autorizó la grabación.

El Macba, al igual que otros muchos centros privados y públicos, complementa sus ingresos con el alquiler de espacios en lo que es, desde hace años, un arma de doble filo. En 1994, la publicación de un reportaje de sillas de diseño en una sala del Museo del Prado provocó la dimisión como director de Francisco Calvo Serraller.