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Reportaje:EMPLEO Y FORMACIÓN

Mujeres y jóvenes, 'clientes' forzosos del contrato temporal

La tasa de temporalidad se reduce desde 1996, si bien aún duplica la media europea

Amaya Iríbar

Las empresas de trabajo temporal (ETT) gestionaron 1.814.456 contratos en 2003. Muchos de ellos fueron firmados por mujeres y jóvenes, dos colectivos aque sufren en mayor medida la temporalidad. La tasa de temporalidad española duplica la media europea, si bien las ETT sólo gestionan una pequeña parte de ella.

La tasa española se sitúa en el 30,6% y la europea ronda el 13%. Portugal es el país más cercano, con un 21% de temporales
Más de la mitad de los españoles que no tienen un trabajo fijo son menores de 30 años. La tasa entre las mujeres alcanza el 34%

Más del 90% de los contratos firmados en marzo eran temporales. No es una novedad. La temporalidad abre un abismo entre el mercado laboral español y el de la Unión Europea. Aunque la proporción de temporales se ha reducido en los últimos años y en 2003 se quedó en el 30,6%, la preferencia de los empresarios españoles por estos contratos con fecha de caducidad es muy superior a la de sus colegas daneses (9,6% del total son temporales) o británicos (5,8%); pero también de italianos (9,5%) o franceses (12,5%), según la agencia estadística europea Eurostat. El país que más se acerca a España es Portugal, que tiene una tasa del 21%. La media europea ronda el 13%.

"Las empresas españolas hacen un uso excesivo de la contratación temporal", concluye un estudio reciente de CC OO sobre las reformas laborales aprobadas desde 1996, cuando llegó al poder el Partido Popular. Para hacerlo tienen dos caminos: la contratación directa, lo que sucede en un 85,3% de los casos, o recurrir a una empresa de trabajo temporal (ETT), reguladas desde 1994 y que gestionan el 14,7% restante.

Ese porcentaje se repartió el año pasado entre las 323 ETT operativas, 13 menos que en 2002, calcula la patronal AGETT, que agrupa a seis de las siete grandes firmas del sector (Adecco, Alta Gestión, Flexiplan, People, Randstad y Vedior-Laborman) y un 60% de la facturación. Eso supone una ligera subida con respecto a 2002, lo que en la patronal interpretan como el resultado de una mejora general de la economía.

La temporalidad se ceba en dos colectivos con dificultades para lograr un contrato. Se trata de las mujeres, cuya tasa de temporalidad llega al 34% (frente al 28,6% de los hombres) y los jóvenes. Los menores de 30 años suponen la mitad de los temporales españoles y los contratos de este tipo suponen más del 64% entre los que no han cumplido los 25 años.

Estos dos grupos también son grandes clientes de las ETT. De los 1,8 millones de contratos gestionados por estas empresas en 2003, el 40,9% fueron para mujeres, siempre según el análisis de AGETT sobre estadísticas oficiales, y el 67,9% por jóvenes menores de 30 años (43,6% menores de 24 años y 24,3% de entre 25 y 29 años). Esos porcentajes han variado sólo ligeramente con respecto a 2002, cuando las mujeres aglutinaron el 40,7% de los contratos y los menores de 30 años el 70,5%.

No sólo para jóvenes

Pedro Martínez Riestra, secretario general de AGETT, interpreta que el menor peso de los jóvenes en el negocio de las ETT significa que "las empresas están entendiendo que éstas no sólo son una herramienta para facilitar la inserción laboral de los jóvenes".

El análisis de CC OO concluye que el panorama de ambos colectivos ha mejorado en los últimos años. Aunque muy lentamente. La temporalidad "se ha reducido más entre los hombres desde 1996", asegura el documento, concretamente 3,8 puntos porcentuales frente a 3,2 para las mujeres. En el caso de los jóvenes el descenso alcanza los 11 puntos. Otro estudio sindical constata que mientras en España tres de cada cuatro temporales lo son porque no les queda más remedio, en la Unión Europea esa proporción es de 1 a 3.

Hay más datos preocupantes. Como el encadenamiento de contratos. El documento sindical asegura que los contratos temporales son cada vez más breves. El PSOE ha calculado que la media es inferior a los 10 días. Los de AGETT, sin embargo, rondan los 25 días, según su secretario general, quien subraya que entre el 30% y el 35% de los contratados se convierten en fijos al año. Martínez Riestra dice que la rigidez del mercado laboral español explica en parte que los empresarios apuesten por los contratos temporales, pues "saben exactamente cuánto les cuesta".

El reto ahora es del PSOE, que se comprometió en su programa electoral a corregir la situación. Para ello propone las siguientes medidas, aún por definir: evitar el abuso de la contratación temporal, aumentar la inspección, igualar los derechos de estos trabajadores con los de los fijos y aumentar las bonificaciones para que sus contratos se conviertan en indefinidos. El nuevo Gobierno tendrá que luchar contra el recuerdo, pues fue en la anterior etapa socialista cuando, gracias en parte a una reforma laboral, se disparó la temporalidad.

Jóvenes en la Universidad Autónoma de Madrid.
Jóvenes en la Universidad Autónoma de Madrid.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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