Huelga general y escasa afluencia en las urnas en la región de Cabilia
La muerte, el miércoles, en un incendio de Hakim Aluache, hermano de uno de los jefecillos de la revuelta de Cabilia, hacía temer lo peor en esa región de cinco millones de habitantes, al este de Argel, que entró en rebeldía hace ahora tres años y en la que ha habido desde entonces 120 muertos.
La jornada electoral transcurrió en Tizi Uzu, la capital de Cabilia, con una huelga general masivamente seguida y una escasa participación electoral, pero sin los violentos enfrentamientos entre fuerzas de orden público y manifestantes que caracterizaron las anteriores consultas. Sólo hubo algunas pequeñas escaramuzas.
Aunque reducida, la afluencia en las urnas en Cabilia fue muy superior a la de las elecciones legislativas de mayo de 2002, en las que se situó en un 2%, y a la de las municipales de octubre pasado, en las que fue del 7%, siete veces inferior a la media nacional.
Los comités de tribus y aldeas, conocidos popularmente como los aarchs, que constituyen la principal fuerza de la región, habían dado una consigna de boicoteo de las elecciones presidenciales, pero instaron a sus seguidores a no recurrir a la violencia. "Tranquilidad, tranquilidad, tranquilidad, vigilancia y resistencia", gritó Belaid Abrika, el líder de los aarchs, a los integrantes del cortejo fúnebre que acompañó los restos mortales de Aluache. Junto con los aarchs, el Frente de Fuerzas Socialistas, un partido integrado en la Internacional Socialista y fuertemente implantado en Cabilia, también preconizó el boicoteo.
Los candidatos hicieron campaña en Cabilia, empezando por Said Sadi, líder del Reagrupamiento Constitucional Democrático, una formación laica, de inspiración bereber y, por tanto, asentada en la región. El jefe del Estado, Abdelaziz Buteflika, tuvo mayores dificultades para sus mítines, y su gran rival, Alí Benflis, aprovechó para recordar que su prioridad será, si es elegido, resolver ese conflicto. La población bereber reivindica el reconocimiento de su identidad.
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