Intxaurraga cuestiona el proyecto del puerto exterior de Pasaia
El consejero invoca razones ambientales y de ordenación del territorio
El consejero de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Sabin Intxaurraga (EA), cuestionó ayer la conveniencia de construir un gran puerto exterior en Pasaia, amparándose en razones que tienen que ver con el desarrollo sostenible. Para él, es suficiente con el superpuerto vizcaíno, contrariamente a lo que opina el titular de Transportes, Álvaro Amann (PNV), quien hace dos semanas suscribió un protocolo con representantes de la Diputación de Guipúzcoa y la Autoridad Portuaria de Pasajes sobre la base 'No hay futuro para Pasaialdea sin puerto exterior'.
El consejero de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente desveló ayer su postura, crítica con el proyecto impulsado desde el PNV, su socio de Gobierno, en una tribuna remitida a varios medios de comunicación, en la que invita, en todo caso, al debate. "No creo que la regeneración de la bahía de Pasaia", una de las zonas más depauperadas de Guipúzcoa, "esté inexorablemente vinculada a la construcción del puerto exterior", un proyecto que requiere una inversión de 725 millones de euros.
Su tesis choca con la postura que ha defendido hasta ahora la Autoridad Portuaria de Pasajes, apoyándose en las carencias de las actuales instalaciones y en datos de movimiento de mercancías. El 17 de febrero, el presidente, José Ignacio Espel, aseguraba que en 2003 se generó un tráfico de 5,9 millones de toneladas, un 10,3% más que el año anterior, y que el puerto está rozando el límite de su capacidad máxima.
Tampoco coincide la postura de Intxaurraga con el contenido del protocolo suscrito el 23 de marzo por Amann, el diputado general de Guipúzcoa, José Joan González de Txabarri, y el propio Espel, sin tener en cuenta ni al Gobierno central ni tampoco a los municipios de la zona, según denunció el alcalde socialista de Rentería, Miguel Buen. Porque este acuerdo interinstitucional, que hace tabla rasa con siete años de trabajo, invalida la comisión interinstitucional para la regeneración de Pasaialdea -constituida en octubre de 1997- y reivindica la construcción del gran puerto exterior como actuación imprescindible para revitalizar la zona.
"Nuestro país (...) ya tiene un superpuerto que se está haciendo en el extremo occidental de la costa vizcaína por ser el lugar más apropiado para albegar una infraestructura de este tipo", escribe Intxaurraga, en referencia a la ampliación del Superpuerto de Bilbao entre Santurtzi y Zierbana. "Cuando se acabe de construir, allá por el 2025, podrá manejar todo el tráfico portuario que demanda la economía vasca y la de otras comunidades próximas".
La postura del consejero se apoya en una visión de conjunto sobre el desarrollo de la Comunidad Autónoma Vasca. ¿Para qué construir dos superpuertos en un territorio pequeño, con poco más de dos millones de habitantes? ¿Para qué causar un doble coste medioambiental cuando puede evitarse?, reflexiona. Sobre todo, si como él piensa, hay fórmulas menos costosas para mejorar la situación de la actual dársena pasaitarra. El tráfico de mercancías puede incrementarse, a su juicio, dando un mejor uso a las instalaciones actuales y con la rehabilitación de los propios muelles, una operación prevista y financiada en una parte importante por fondos europeos, según explica. Y la regeneración de la zona urbana del muelle puede lograrse gracias al derribo de cinco viejos pabellones industriales en la zona de La Herrera, cuya financiación está tramitando el Departamento.
"Yo puedo entender que los rectores de un puerto sólo piensen en incrementar sus estadísticas para demostrar así que su gestión es eficaz", dice Intxaurraga. "Pero un puerto no es un fin en sí mismo sino una infraestructura que sirve a la economía de un país, es decir, al desarrollo sostenible de ese país". Y se pregunta: "¿debemos condicionar las carreteras de nuestro país y las nuevas vías ferroviarias a que sean el embudo que termina o nace en Pasaia". "¿Qué ganarán los pasaitarras con vivir junto a un puerto donde pasan millones de toneladas de todo tipo de productos con destino a toda la península?".
Sabien Intxaurraga invita al debate, sin perder de vista el desarrollo "salvaje", que es a su juicio el origen de "la actual crisis de Pasaialdea". Por eso alude directamente al daño medioambiental que causaría la construcción de muelles gigantescos en las faldas de Jaizkibel. "Basta con pensar que para levantar esos muelles junto a esos acantilados hace falta socavar otros tantos millones de metros cúbicos en alguna otra parte de nuestros montes, ya suficientemente agujereados".
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