La policía francesa detiene a 13 presuntos colaboradores de los atentados de Casablanca

Agentes de los servicios del contraespionaje francés -la Dirección para la Seguridad del Territorio (DST)- detuvieron ayer a 15 personas en tres puntos de los alrededores de París, 13 de ellas sospechosas de pertenecer o mantener contacto con el Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), la organización terrorista a la que se atribuyen los atentados de Madrid del 11-M que causaron 191 muertos y centenares de heridos, y los de Casablanca del 16 de mayo de 2003, que provocaron la muerte de 45 personas, tres de ellas ciudadanos franceses.

"No podemos decir si se trata de agentes durmientes o no, pero los nombres de los detenidos figuran en el sumario abierto por los hechos de Casablanca", explicó un portavoz del Ministerio de Interior. El fiscal del Estado, Yves Bot, precisó sin embargo que, "dada la actual evolución de las investigaciones, la decisión de mantener detenidas a las 13 personas no tiene nada que ver con los atentados de Madrid". La fiscalía señaló que las investigaciones de la DST se han realizado "en colaboración con las autoridades españolas y marroquíes".

Las operaciones llevadas a cabo por la DST, con el apoyo de agentes del RAID (unidad de élite de la policía nacional), se iniciaron a las seis de la mañana en Mantes-la-Jolie, en Aulnay-sous-Bois y en el aeropuerto de Roissy-Charles de Gaulle, cuando uno de los sospechosos se disponía a embarcar en un avión para abandonar el territorio francés.

La policía no parece haber tenido que hacer frente a ningún tipo de resistencia y, de momento, sus agentes dicen no haber encontrado armas o explosivos en los dos domicilios registrados y en poder de las personas interrogadas. En cambio, sí dicen haber logrado la incautación de abundante documentación, que ha de ser estudiada, al igual que el contenido de los ordenadores y los teléfonos móviles de los sospechosos.

Según una fuente próxima a los jueces Jean François Ricard y Jean Louis Bruguière, que se ocupan de instruir el sumario relativo a los fallecidos franceses en el atentado suicida de Casablanca, son precisamente esos teléfonos móviles los que han permitido relacionar los sospechosos con el GICM, ese grupo de terrorismo islámico que es definido también como el "ejército de los marroquíes afganos", es decir, islamistas magrebíes que lucharon en Afganistán contra la invasión soviética en apoyo de los muyahidín.

Viajes a Afganistán

Las recientes declaraciones de Mohamed Darif, un especialista marroquí en la lucha contra el terrorismo, que el viernes se refería a "militantes del GICM que viven en Francia", parecen haber activado a la policía francesa que, en un primer momento, dijo haber actuado buscando tan sólo a seis personas especialmente sospechosas.

El jefe sería Mustafá Bauchi, un marroquí nacido en 1975 que ha viajado varias veces a Afganistán para entrenarse en el manejo de explosivos. En su contra hay un mandato de captura internacional. De los seis sospechosos principales, cuatro tienen la nacionalidad francesa y otros dos están en situación legal en Francia, es decir, no corren riesgo de ser expulsados del país.

Los agentes de la DST llevaban varias semanas siguiendo a las seis personas referidas, identificadas a partir de las declaraciones efectuadas por el suicida superviviente de los atentados de Casablanca. Según esos mismos agentes, "no hay ningún elemento que, a esta hora, nos permita decir que en ese momento se estuviese preparando un atentado en Francia".

La DST ha subrayado también que "últimamente los sospechosos habían aumentado sus precauciones y reducido sus contactos".