Rajoy vincula su apoyo a Zapatero a que cumpla el Pacto Antiterrorista
El PP exige que se mantengan las reformas legales contra el terrorismo
El secretario general del PP, Mariano Rajoy, garantizó ayer su apoyo al próximo Gobierno socialista en la lucha contra el terrorismo, siempre que se atenga al Pacto suscrito por ambos partidos en diciembre de 2000. Rajoy aclaró que es al Gobierno socialista al que corresponde tomar la iniciativa política y convocar la reunión del Pacto Antiterrorista, y adelantó su disposición a acudir a la cita cuando se le convoque.
Rajoy precisó las condiciones de apoyo del PP al futuro Gobierno socialista en la lucha contra el terrorismo, recogidas en el Pacto Antiterrorista, a las que calificó como la "esencia del acuerdo": combate policial sin más límite que el cumplimiento de la ley; búsqueda del apoyo internacional y profundización de las reformas legales para acorralar al terrorismo. En el terreno político, recordó que la clave del Pacto consiste en que "no se puede dialogar con el terrorismo ni pagar un precio político".
Estas condiciones, señaladas por Rajoy de forma genérica, garantizan la continuidad del Pacto Antiterrorista con el PSOE. Sin embargo, la última reforma legal, acometida por el Gobierno del PP en diciembre, puede ser motivo de conflicto con el futuro Ejecutivo socialista. Fue la penalización con años de cárcel de la convocatoria de referéndum no autorizado por las Cortes. Esa era la intención del lehendakari Ibarretxe para su reforma del Estatuto vasco. El castigo mediante la modificación del Código Penal fue rechazado por el PSOE, que votó en contra de la iniciativa legal y que anunció que anularía esta reforma cuando ganara las elecciones.
Rajoy avanzó ayer que acudirá a la convocatoria de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antiterrorista que José Luis Rodríguez Zapatero anunciará en cuanto sea investido presidente del Gobierno. En cuanto a la convocatoria, en una segunda fase, a todos los grupos parlamentarios para ampliar el compromiso contra el terrorismo, Rajoy no precisó si acudirá o no a esa cita. Adelantó que el debate de investidura de Zapatero como presidente del Gobierno, los próximos días 15 y 16 de abril, debe servir para que todos los partidos fijen posición contra el terrorismo. "Lo importante en la política contra el terrorismo no son las formas, sino los contenidos", señaló el secretario general del PP.
En todo caso, el Partido Popular ha retirado la condición previa que impuso al PSOE para convocar el Pacto Antiterrorista antes de las elecciones del 14 de marzo: la ruptura del acuerdo de Gobierno que los socialistas catalanes mantienen con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Esta condición la formuló el PP en enero, cuando se hizo pública la reunión que el líder de ERC, Josep Lluis Carod Rovira, mantuvo con la dirección de ETA en Perpiñán.
En cuanto a la estrategia de combate contra el terrorismo islamista, Rajoy avanzó ayer que no requiere cambios respecto al terrorismo de ETA. A su juicio, las decisiones que deben tomarse contra todo tipo de terrorismo son de tipo operativo, dependientes de las Fuerzas de Seguridad del Estado, y el papel de los políticos debe ser proporcionar los medios a la policía. Fue su respuesta a la pregunta de si había existido falta de previsión por el Gobierno del PP del fenómeno del terrorismo islamista en España.
Rajoy defendió la tesis, sostenida por José María Aznar en todas sus intervenciones, de que todos los terrorismos son iguales, el islamista y el de ETA, y, por tanto, requieren el mismo tratamiento. "No se debe hablar de terrorismos diferentes ni de nuevos ni antiguos", dijo en clara advertencia al PSOE. A juicio de Rajoy, al terrorismo y sus artífices no se le deben buscar explicación ni razón política porque hacerlo es "un error de colosales proporciones".
También insinuó que el compromiso socialista de retirar las tropas de Irak si la ONU no se hace cargo de la situación antes del 30 de junio es negativo en la lucha contra el terrorismo, pese a estar anunciado por Zapatero semanas antes del atentado del 11 de marzo en Madrid. "No es bueno ceder a las peticiones de terroristas", dijo Rajoy.
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