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LA OFENSIVA TERRORISTA | Los avances de la investigación

España extrema el control de fronteras y detiene en Ceuta a un hombre por el 11-M

La policía y la Guardia Civil intensifican la vigilancia en los puertos y en los aeropuertos

Las Fuerzas de Seguridad y el Ejército han reforzado en las últimas horas el control de las fronteras, especialmente las de Ceuta y Melilla, y la vigilancia en los centros estratégicos y nudos de comunicaciones ante la certeza de que quienes ordenaron el 11-M dieron instrucciones de cometer posteriormente nuevos atentados. El Ejército ya está desplegado en plantas petroquímicas y nucleares, mientras que en Madrid la Policía Municipal vigila desde ayer el metro y los autobuses municipales. Mientras, dos personas más han sido detenidas en relación con el 11-M, aunque uno ya está en libertad.

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Las Fuerzas de Seguridad y el Ejército han reforzado en las últimas horas el control de las fronteras, especialmente las de Ceuta y Melilla, y la vigilancia en los centros estratégicos y nudos de comunicaciones ante la certeza de que quienes ordenaron el 11-M dieron instrucciones de cometer posteriormente nuevos atentados. El Ejército ya está desplegado en plantas petroquímicas y nucleares, mientras que en Madrid la Policía Municipal vigila desde ayer el metro y los autobuses municipales. Mientras, dos personas más han sido detenidas en relación con el 11-M, aunque uno ya está en libertad.

Policías y guardias civiles han extremado los controles fronterizos en toda España. El celo que aplican los agentes es claramente visible en las fronteras de Ceuta y Melilla. En la primera de esas ciudades, los miembros de las fuerzas del orden han sustituido las inspecciones aleatorias por rigurosos registros de todos los vehículos y revisan con lupa la documentación de las personas que intentan entrar o salir de Marruecos. Gracias a ello pudo ser detenido el pasado viernes, en el paso El Tarajal, un ciudadano marroquí, cuyas iniciales son A. F., contra quien había una orden de busca y captura. Esta persona cuenta con un permiso de residencia en España y se acaba de comprar una casa en la citada ciudad norteafricana.

Las colas para franquear los controles de seguridad son visibles tanto en Ceuta como en Melilla. Y ello a pesar de que decenas de policías han sido trasladados desde otros destinos para reforzar sin taponar el dispositivo fronterizo. También han sido reforzadas las patrullas de la Guardia Civil que vigilan los perímetros de ambas ciudades.

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En los aeropuertos, especialmente transitados por las vacaciones de Semana Santa, los agentes comprueban al detalle las listas de pasajeros que les proporcionan las compañías aéreas. Lo mismo sucede en los puertos, sobre todo en los que atracan los barcos que cubren la ruta del Estrecho. Los servicios de información, que han sido reforzados con personas experimentadas en la lucha contra ETA, hurgan en los archivos en busca de nombres sospechosos. Tanto en estos servicios como en algunas unidades de intervención policial han sido suspendidos los permisos de vacaciones. El resto del personal mantiene los turnos que tenía adjudicados antes de los sucesos del sábado en Leganés.

Los atentados del 11-M, el intento de atentado contra el AVE y los anteriores intentos de ETA de atentar contra trenes han llevado al Departamento de Estado de EE UU a advertir a sus ciudadanos de paso por España que adopten "precauciones especiales" al tomar los transportes públicos. "Los incidentes terroristas recientes que han afectado a transportes públicos, específicamente ferrocarriles, indican la necesidad de que los ciudadanos estadounidenses en España estén alerta y tengan precaución especial al usar estos servicios de transporte público", advierte el departamento de Colin Powell.

El Ejército ha tomado posiciones en los puntos estratégicos, especialmente en refinerías y centrales nucleares, dentro del vasto plan de seguridad anunciado por el Gobierno el pasado día 18 por la "persistencia de la amenaza terrorista". La amenaza se ha visto redoblada con el hallazgo en el piso volado en Leganés de dos bolsas cargadas con dinamita y de un cinturón bomba para un supuesto ataque suicida y tras el comunicado supuestamente atribuido a Al Qaeda en el que se advertía que si España no retiraba las tropas de Irak y Afganistán antes del pasado domingo correrían "ríos de sangre". Un destacamento de 70 soldados tomó posiciones ayer en los alrededores del complejo petroquímico de Puertollano (Ciudad Real).

Mientras, prosiguen las investigaciones para dar con todos los implicados en el 11-M y para detenerlos con vida. La policía negoció durante al menos una hora con los terroristas atrincherados en Leganés para intentar detenerlos con vida, ya que su interrogatorio se consideraba capital para el esclarecimiento total de los crímenes masivos. Esa negociación hizo que se perdiera el imprescindible elemento sorpresa para un posible asalto del piso y, a la vez, dio tiempo a los terroristas a preparar una reacción. Miembros de los GEO insistieron ayer en sus críticas por cómo se ordenó el despliegue de los agentes de esta unidad especial.

Las pesquisas han provocado dos nuevas detenciones, una de ellas la ya citada de un ciudadano marroquí en Ceuta. La otra se produjo el sábado en Fuenlabrada, poco antes de que se montara el cerco policial en Leganés. El arrestado fue puesto en libertad tras ser interrogado. Las fuerzas de seguridad siguen tras el rastro de seis implicados en la matanza que aún no han sido localizados, aunque no descartan que alguno de ellos sea uno de los cadáveres sin identificar: los hermanos Mohamed y Rachid Oulad (se les situaba en Leganés), Sanel Sjekirika, Rabei Osman El Sayed, Amer El Azizi y Said Berraj.

Los bomberos inspeccionan los daños causados por la explosión de los terroristas en Leganés.
Los bomberos inspeccionan los daños causados por la explosión de los terroristas en Leganés.GORKA LEJARCEGI

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