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LA POSGUERRA DE IRAK

La paciencia de los chiíes se agota

El ataque contra las tropas españolas refleja el creciente malestar por el rumbo del país

Ángeles Espinosa

Dos dudas surgen ante los incidentes de ayer en Nayaf. La primera, por qué la manifestación de los radicales chiíes se tornó violenta cuando hasta ahora habían dado ejemplo de disciplina y contención. La segunda, por qué EE UU ha permitido que se responsabilice a las tropas españolas de una detención que sus portavoces aseguran no haber realizado. Si en el primer caso cabe lo indeliberado, el segundo resulta tanto más inquietante cuanto que anoche el portavoz del administrador estadounidense para Irak seguía sin dar detalles sobre la detención de Mustafá al Yaqubi, aunque reconocía que está "bajo custodia de las fuerzas de la coalición".

¿Quién está forzando a quién? La explicación inmediata: los chiíes, hartos de esperar a recibir su trozo de pastel político, se han echado a la calle para exigir lo que creen que les pertenece. Ayer, las manifestaciones fueron simultáneas en Bagdad, Basora, Nasiriya, Amara y Nayaf. "Una demostración de fuerza para probar el peso de su movimiento en la comunidad", según reconoció al concluir la marcha de los 15.000 milicianos del Ejército del Mahdi en Ciudad Sáder, Qais al Jazaali, uno de los responsables de la oficina de Múqtada al Sáder en esa barriada chií del este de Bagdad.

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Sin embargo, el alborotador Múqtada, como se refieren al clérigo radical los dirigentes políticos convencionales, se ha cuidado muy mucho de llamar a la violencia directa y ha mantenido a sus seguidores bajo control. Sabe, desde el pasado verano, cuando recibió las primeras advertencias de los americanos, que sus peroratas contra la ocupación se vigilan de muy cerca. Además, tiene que guardar un delicado equilibrio para no desautorizar directamente al gran líder espiritual chií, el gran ayatolá Alí Sistani, que, como el resto de los maryáie (fuentes de emulación) de Nayaf, se opone a la confrontación directa.

¿Y si son los estadounidenses los que quieren deshinchar el balón chií antes de la transferencia de poder del 30 de junio? La detención de Mustafá al Yaqubi, mano derecha y portavoz de Múqtada en Nayaf, sería el segundo paso tras el cierre hace ocho días de su órgano de propaganda, el semanario Al Hawza al Natiqa (El Portavoz de la Hawza). La orden de clausura aducía "incitación a la violencia", pero sólo dos de los artículos a los que hacía referencia eran recientes (del 26 de febrero). El resto se remontaban a agosto pasado. Desde su cierre, decenas de miles de personas han pedido a diario en Bagdad su reapertura.

Radicalización

A preguntas de esta enviada, un portavoz de la coalición calificó de "insignificante" el momento elegido para el cierre. Y eso a pesar de que se produce en una coyuntura de tensión con los chiíes tras aprobarse una ley básica que no les satisface y después de los graves atentados que sufrieron durante la Achura. Si a su frustración política se suma el deterioro de sus condiciones de vida, se tienen todos los elementos para una radicalización de la que Múqtada, heredero de una dinastía de destacados clérigos, pero demasiado joven para ser respetado entre los ulemas, ha sabido aprovechar con más olfato político que religioso.

Sólo un plan de cerco a los radicales chiíes justificaría que Estados Unidos siga silenciando que fueron sus fuerzas especiales las que detuvieron a Al Yaqubi en la madrugada del sábado. Tal eventualidad se apoya además en el hecho de que la medida fue decidida "al más alto nivel en Bagdad". Fuentes militares y diplomáticas españolas en Irak remiten al comunicado de Defensa, que se limita a decir que el clérigo se encuentra "bajo custodia de fuerzas de la coalición". Sin embargo, bajo la prudencia de sus palabras, se percibe el malestar por lo que algunos observadores ven como un castigo por el anuncio de la retirada de las tropas españolas. Si no es así, carece de sentido que 24 horas después de la detención, la oficina del portavoz de Bremer siga sin dar detalles al respecto.

Un iraquí dispara, parapetado tras un camión, contra el cuartel español en Nayaf.
Un iraquí dispara, parapetado tras un camión, contra el cuartel español en Nayaf.REUTERS

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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