Las iglesias de Jerez se hacen viejas

El tiempo ha pasado factura al rico patrimonio histórico artístico de Jerez y es hora de actuar. La Junta, el Ayuntamiento y el Obispado se han puesto manos a la obra para evitar que el preocupante estado que presentan algunos de los más emblemáticos templos jerezanos haga imposible su recuperación en el futuro.

La luz de alarma se ha encendido tras el reciente cierre de las iglesias de San Dionisio y San Miguel, dos de los tesoros del casco antiguo de Jerez, declarado Conjunto Histórico Artístico en 1982. El deterioro, algunos desprendimientos y el estado amenazante de parte de estos edificios obligaron a clausurarlos para garantizar la seguridad de los fieles que cada día acudían a ellos. Son los dos casos más graves, aunque a ellos hay que sumar los importantes desperfectos detectados en otras iglesias como San Juan de Los Caballeros, San Marcos, San Mateo y Santiago, y en el convento de Las Reparadoras.

El obispo Juan del Río dice que no hay que ser "alarmistas" con la situación

Un grupo de expertos reunido por la Gerencia Municipal de Urbanismo e integrado por siete arquitectos, tres aparejadores y una historiadora acaban de confeccionar un informe donde se determina con exactitud el estado de salud de este conjunto de edificios y se proponen las actuaciones más urgentes a ejecutar.

Según este estudio, el templo de San Dionisio, construcción mudéjar, necesita una intervención urgente en la nave de la iglesia y la torre de la Atalaya. En el caso de San Miguel, templo de estilo gótico isabelino, hay que reparar las bóvedas, trabajar en la consolidación del campanario e impermeabilizar la cúpula del sagrario. San Juan de los Caballeros, también de planta mudéjar, necesita arreglos en la bóveda de la nave principal y que se retire la vegetación que ha crecido en las cubiertas. En cuanto la iglesia de Santiago, lo más preocupante es el agrietamiento de pilares y muros, mientras que de San Marcos los técnicos señalan que su estado de conservación es "regular" en general. Por último, la capilla del Sagrario de San Mateo "requiere una intervención inmediata", según refleja el informe.

Las conclusiones de este trabajo sobre las iglesias de Jerez son claras: "Su considerable antigüedad, la complejidad de sus sistemas constructivos, la baja calidad de la piedra arenisca que se ha usado como material de construcción básico, las intervenciones de diversa fortuna a las que han sido sometidos a lo largo de su historia, han tenido como consecuencia que estos templos hayan llegado a nuestros días en un estado bastante deficiente de conservación". El principal problema a la hora de acometer los trabajos de restauración que necesitan estos edificios históricos es que sus titulares -Obispado de Jerez, órdenes religiosas, cofradías y hermandades- carecen por lo general de la capacidad económica suficiente para hacer frente a las costosas intervenciones que se requieren.

Ante este panorama, la Gerencia Municipal de Urbanismo de Jerez ha tomado contacto con el Obispado de Asidonia-Jerez para acometer las obras más urgentes, y la Junta se ha comprometido ya a intervenir en la restauración de San Miguel, templo sobre el que está realizando un estudio en estos momentos. El obispo de Jerez, Juan del Río, declaró esta semana tras reunirse con el delegado municipal de Urbanismo, Pedro Pacheco, que está a la espera de un segundo análisis de la situación de San Dionisio para determinar si puede ser reabierta al culto al tiempo que se ejecutan los trabajos de restauración.

Aun así, el prelado restó gravedad a la situación de los templos jerezanos: "En general, el patrimonio artístico eclesiástico está cuidado, lo que ocurre es que las personas mayores necesitan muchas atenciones, y también los monumentos". Del Río solicitó la ayuda de las administraciones en la tarea de recuperación de este patrimonio, aunque insistió en que no hay que ser "alarmistas" con el deterioro de las iglesias de Jerez.