A la espera de pruebas cruciales

Antonio Toro Castro, de 27 años, cuñado del asturiano José Emilio Suárez Trashorras, que está en prisión imputado por haber facilitado a los terroristas los explosivos que originaron la matanza del 11-M en los trenes de la muerte, permanecerá detenido e incomunicado hasta las 13.00 de este viernes, 2 de abril. La decisión ha sido tomada por el juez Juan del Olmo, debido a que mañana se practicarán unas diligencias muy importantes, cuyo contenido se desconoce, pero que serán cruciales para determinar la participación de Toro en los hechos.

Este detenido, que ya estuvo internado en la prisión de Villabona en 2001 tras ser implicado en la denominada Operación Pipol, donde se intervinieron 84 kilos de hachís, 3 kilos de cocaína, 16 cartuchos de Goma 2, 94 detonadores y 2 pistolas, se declaró ayer inocente y negó haber sido la persona con la que contactaron los terroristas para conseguir que su cuñado les proporcionara los explosivos.

El marroquí Mustafá Ahmidan -hermano de Jamal Ahmidan, El Chino

y Mowgli, contra el que se ha decretado orden internacional de detención y primo hermano de Hamid, preso en esta causa por colaboración con organización terrorista y tráfico de drogas- quedó en libertad tras negar cualquier vinculación con los atentados.

Mustafá declaró ante el juez Del Olmo que trabaja en un bar y que no tiene relación con su hermano Jamal, al que dijo que no ve desde principios de febrero, cuando fueron juntos a la fiesta del cordero.

Hoy pasarán a disposición judicial los cuatro detenidos de estos últimos días. Se trata de los sirios Waanid Altaraki Almasri y Mohamad Badr Ddin Akkab, el primero de los cuales es propietario de la casa de Chinchón donde fueron ensambladas las mochilas bomba; Otman El Gnaout y Fouad El Morabit Anghar, que tras ser puesto en libertad en la madrugada del día 30 ha sido detenido de nuevo al haberse encontrado huellas suyas en la casa citada.