Narbona critica la "imprevisión" del Economía respecto a Kioto

La ministra in péctore de Medio Ambiente, Cristina Narbona, criticó ayer la "imprevisión" y la "dejadez" del Gobierno en funciones para con los compromisos asumidos en el marco del Protocolo de Kioto, que obliga a España a aumentar sólo un 15% hasta 2012 respecto a 1990 las emisiones de gases. El Gobierno saliente envió ayer a Bruselas siete folios para comunicar que no tiene listo el plan de asignación de emisiones.

La opinión de la que será previsiblemente nueva ministra de Medio Ambiente respecto a la labor realizada por el Gobierno es rotunda: "Han actuado con retraso, con desinterés y sin realizar todas las consultas obligadas", sostiene. Según Cristina Narbona, en los contactos mantenidos esta misma semana con la Secretaría de Estado de Energía ha podido constatar que el incumplimiento de los plazos previstos (la entrega del Plan Nacional de Asignación de Emisiones por sectores e instalaciones debía realizarse ayer en Bruselas) se hubiera producido incluso si no se hubiera dado un proceso electoral.

Los documentos enviados a Bruselas, consensuados con el PSOE, parecen respaldar la crítica. Al menos tres de los cuadros (numerados 5, 6 y 7) que recogen las respuestas de centros de la Administración y de diversos sectores productivos sobre sus preferencias a la hora de cumplir con Kioto tienen como enunciado más numeroso el "no contesta".

Sin datos

Los cuadros acompañan a un documento de siete folios en el que el Gobierno saliente comunica a Bruselas que "se han desarrollado trabajos previos [la redacción inicial aseguraba que se habían desarrollado "todos los trabajos"] para la elaboración del Plan Nacional de Asignación". "No obstante", prosigue el documento, "a la vista de que no se han adoptado todavía decisiones que permitan entregar el Plan Nacional de Asignación, el Estado español no culminará el proceso de definición del (sic) dicho Plan en la fecha prevista [31 de marzo] y confía en que todos los estudios y análisis realizados sirvan de base para una adecuada toma de decisiones por parte del nuevo equipo de Gobierno, con la mayor prontitud".

España no será, probablemente, el único país en incumplir los plazos establecidos por Bruselas, por lo que la Comisión Europea, que ha advertido de la posibilidad de sancionar los incumplimientos, tendrá que decidir si abre la mano en los plazos o mantiene su posición de firmeza. La próxima fecha clave es la del 31 de octubre, cuando la Comisión debería pronunciarse, tras evaluarlos, sobre la validez de los planes elaborados por cada socio de la UE.

En conjunto, el objetivo fijado para los Quince es una reducción de emisiones en 2012 del 8% respecto a 1990. España logró que, en su caso, el compromiso se limitara a un aumento del 15% respecto a las emisiones de 1990. El problema es que a día de hoy, España supera en cerca de un 40% las cifras de 1990.

Incumplimiento

El espectacular incumplimiento es el que lleva al PSOE a anunciar que en materia de cumplimiento de normas medioambientales habrá "un giro" importante. Según explica Narbona, habrá que tener en cuenta no sólo a los sectores productivos afectados por la directiva europea, sino a aquellos otros que, como el transporte, son fundamentales en el control de la contaminación.

Asimismo, según Narbona, habrá una implicación importante de las Administraciones públicas. "Todos deben asumir el compromiso" de cumplir con las normas medioambientales para mejorar la situación, explica Narbona, quien adelanta también la creación de "un marco general de incentivos para propiciar que las empresas avancen en la dirección adecuada".

A juicio de quienes dirigirán el nuevo Ejecutivo, las normas aprobadas por los Gobiernos del PP, con insuficiente dotación presupuestaria en asuntos como la eficiencia energética, están muy lejos de acercar a España a los compromisos asumidos. Frente a las críticas, el Gobierno saliente enumera los avances logrados con normas como el Plan de Fomento de Energías Renovables o la planificación de los sectores eléctrico y gasista.