La violencia contra civiles se recrudece en Irak al acercarse el traspaso de poder
Cuatro muertos y 26 heridos en nuevos ataques de los insurgentes en Mosul y Bagdad
Cuatro iraquíes resultaron muertos ayer y 26 heridos por ataques de los insurgentes en Mosul y en Bagdad; la noche anterior lo fue un teniente de la policía en Kirkuk. Los incidentes se multiplican a medida que se acerca la fecha fijada por Estados Unidos para el traspaso de la soberanía. El mes de marzo no sólo ha visto un aumento de la violencia política, sino también un cambio cualitativo: se han ampliado los objetivos. Mientras, una investigación periodística ha identificado al guardaespaldas que traicionó a Sadam Husein.
Según la BBC, se llama Mohamed Ibrahim Omar al Musslit, alias El Gordo, y era uno de los guardaespaldas más próximos al dictador. No fue una delación por dinero ni su autor se halla a salvo con su familia en algún país occidental, tal como fantaseaba el imaginario popular. El Tesoro norteamericano se ha ahorrado los 25 millones de dólares de recompensa. El Gordo cantó durante un interrogatorio, aunque fuentes militares norteamericanas aseguran que "no fue torturado".
En realidad, EE UU no ha revelado la identidad del delator que permitió detener a Sadam el 13 de diciembre, por lo que no existe confirmación oficial. Pero el programa Panorama que se emite esta noche en la cadena británica ha dado con ese nombre tras entrevistar a numerosos allegados del ex presidente iraquí que atestiguan que El Gordo "era el único hombre al tanto de sus menores movimientos". Al parecer, ambos huyeron juntos de Bagdad cuando las tropas estadounidenses entraron en la capital el 9 de abril del año pasado.
La detención del déspota no se ha traducido, sin embargo, en una disminución de la violencia política. Las víctimas mortales de ayer se produjeron en la ciudad de Mosul, 390 kilómetros al norte de Bagdad, cuando a media mañana tres hombres lanzaron dos cohetes Katyusha contra la sede del Gobierno provincial. "Uno de ellos alcanzó el despacho del gobernador, que estaba ausente", declaró una fuente policial que admitió que los atacantes lograron escapar. Pero aunque su objetivo fuera la autoridad local que colabora con las fuerzas de ocupación, fueron civiles ajenos a esa lucha cada vez más enquistada los que pagaron con su vida.
"Una niña de 13 años, dos mujeres y un hombre han resultado muertos", declaró el responsable del depósito de la Ciudad Sanitaria de Mosul a France Presse. El mismo médico señaló que había 19 heridos, entre ellos un niño de 7 años y dos policías. Cinco de los heridos se hallan graves.
Los otros siete heridos se produjeron en Bagdad, cuando a las ocho menos cuarto de la mañana una bomba activada a distancia hizo explosión al paso de dos vehículos todoterreno en la céntrica calle Abu Nawas, en la ribera oriental del Tigris, y sus ocupantes fueron tiroteados. Sin matrícula, con los cristales ahumados y con grandes antenas, estos coches suelen transportar tanto a asesores civiles como a militares o agentes de los servicios secretos. En esta ocasión, eran guardaespaldas iraquíes que trabajan en la protección de expertos occidentales.
Los empleados de Somar, una de las numerosas empresas de seguridad que proliferan en este país, acababan de salir del hotel Al Sadir y se dirigían al antiguo palacio de la República, donde ahora tiene su sede la Autoridad de la Coalición. Su misión era acompañar a varios consejeros norteamericanos. Porque ésa es la forma en que los extranjeros se mueven por Irak: bajo fuerte protección armada. El lunes, dos ejecutivos finlandeses fueron asesinados cuando circulaban, sin vigilancia, hacia una empresa de componentes eléctricos dentro de la capital.
"Van a por los objetivos fáciles, porque nosotros nos movemos con mucha protección y saben que respondemos", confió un alto oficial de la Coalición. "Cada vez hay menos ataques, pero más precisos y sofisticados", añadió otra fuente militar. De los ataques a los soldados, se pasó a las organizaciones internacionales, a los policías, y ahora a cualquier civil que trabaje para la Coalición o para empresas extranjeras. Pero las tropas de ocupación también dejan víctimas. La policía de Tikrit, 175 kilómetros al norte de Bagdad, informó ayer de la muerte de un niño la noche anterior por disparos de soldados norteamericanos. Otros siete miembros de su familia se encuentran heridos. Según los militares, su vehículo se saltó un control.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.