Empresarios de La Safor y alcaldes del Comtat piden más policía para frenar la ola de robos

La proliferación de robos que en las últimas semanas se han registrado en poligonos industriales de la comarca de La Safor y urbanizaciones de El Comtat ha agotado la paciencia de empresarios, comerciantes, vecinos y autoridades locales. Todos exigen más medios y mejorar la coordinación entre los diferentes cuerpos policiales para combatir esa ola de robos y asaltos, en muchos casos con graves ataques a las personas, perpetradas por grupos de delincuentes organizados procedentes de los países de la extinta Unión Soviética, que, día a día, agudizan su pericia.

En El Comtat, los vecinos piden más protección policial ante la saña de los ladrones

En La Safor, cada dos días se asaltan tres inmuebles y cada 12 horas, un coche

La sensación es generalizada. El empresariado de La Safor manifiesta su malestar por la situación de inseguridad que vive la comarca por el importante aumento de los delitos registrados en el último año. Las zonas más afectadas han sido los polígonos industriales, y los más castigados los de las poblaciones de Gandia, Oliva y Real de Gandia. Se trata de grupos organizados, integrados por ciudadanos de países del este, cada vez más profesionales.

Según datos facilitados por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), en el año 2003 los delitos en la comarca de La Safor aumentaron un 4,93% respecto a 2002. En una visita reciente a la comarca, la diputada autonómica socialista Pepa Andrés ofrecía una radiografía general de los actos delictivos en La Safor en el último año. "Cada dos días se roban en la comarca tres inmuebles (domicilios o chalés); cada doce horas en un coche o un coche; cada cuatro días en cinco establecimientos (comercios o industrias); cada 3 horas y 40 minutos se produce una falta contra el patrimonio; y cada 7 horas se produce un robo con fuerza", concluía la diputada, según un informe proporcionado por la AUGC. Estos datos contrastan con los de la Policía Nacional, que asegura que los delitos en la comarca "disminuyeron un 5,23%" en 2003, respecto a años anteriores. Andrés cuestiona este informe oficial, muchas veces maquillado. La realidad es otra. Sólo hay que pulsar la opinión de los empresarios. "No hay que crear una sensación de alarma, pero sí que es cierto que entre los empresarios hay una sentimiento general de malestar", comenta Toni Puig, secretario general de la Federación de Asociaciones de Empresarios de La Safor (FAES). A finales del pasado año varios polígonos industriales de la comarca sufrieron una cadena de robos. La técnica es siempre la misma. El grupo de delincuentes se introduce en una nave tras silenciar las alarmas, perforan las paredes (el conocido sistema del butroneo) y así acceden a los recintos en busca, sobre todo, de dinero en efectivo. Seis naves del polígono de Real de Gandia sufrieron un acción de estas características en una misma noche, la madrugada del pasado 17 de diciembre. Los empresarios han optado por reforzar sus sistemas de seguridad y alarmas. "Las bandas están cada vez más organizadas y son más profesionales", dice Puig. Una de las preocupaciones es también la "reiteración" de los robos en una misma empresa, como el de un comercio de ropa ubicado en el centro histórico de Gandia. La madrugada del 20 de enero un grupo de delincuentes estampó un coche contra su escaparate, y huyeron en otro vehículo con más de 12.000 euros en prendas de vestir. Un mes antes habían intentado el robo, mediante la misma técnica, sin éxito. El propietario había protegido el escaparate con bolardos, pero de nada sirvieron.

La Cooperativa del Centro Histórico de Gandia, que aglutina a más de 400 socios, impulsó hace unos años un servicio de vigilancia privada nocturna. El índice de delitos en la zona llegó a disminuir un 47 por ciento. El servicio tuvo que paralizarse por la denuncia de un sindicato policial, que cuestionaba la legalidad de estas patrullas. Pepe Codina, representante de la Cooperativa, asegura que la asociación ha reestructurado el servicio para adaptarlo a la ley. Su reincoporación será una de las prioridades de la asociación en sus actuaciones para este año.

En el caso del Polígono Alcodar de Gandia, otra de las zonas más afectadas por los robos, los empresarios también han llegado a un acuerdo con el delegado del Gobierno, Juan Cotino, para permitir el cierre de la entrada y salida al polígono a partir de las 10 de la noche y los fines de semana. La vigilancia privada mediante patrullas en estas zonas industriales no está autorizada, al ser espacios abiertos. Antonia Estrugo, representante de la Asociación de Empresarios de La Safor, asegura que los permisos están dados y que la medida se pretende aplicar también en otros municipios de la comarca. El sector empresarial se muestra dispuesto a colaborar con los cuerpos policiales para mejorar la seguridad, pero advierten que necesitan una contrapartida. Reclaman la apertura de una Oficina de Atención a la Víctima del Delito en Gandia, prometida por el anterior consejero de justicia, Carlos González Cepeda. Y se suman a la demanda del Ayuntamiento de Gandia, que exige el incremento de agentes de la Policía Nacional en la ciudad.

La plantilla de la Comisaría se ha reducido en los últimos ocho años a la mitad. En 1995 contaba con 98 agentes, para dar servicio a 59.000 habitantes. En la actualidad 53 policías atienden a una población de más de 70.000 habitantes. La concejal de Protección Ciudadana, Liduvina Gil, recuerda que a la capital de La Safor le corresponde un mínimo de 111 agentes, según el ratio que establece el propio ministerio. Gandia, gobernada por el PSPV, ha sido reiteradamente discriminada por el Gobierno central en el reparto de nuevos agentes del cuerpo Nacional de Policía. Para el representante de la Federación de Empresarios de La Safor, la "coordinación" entre las fuerzas de seguridad y "la mejora de los medios" de actuación deben ser también una prioridad. "Somos una zona turística y es muy importante difundir una sensación de seguridad. La sociedad necesita percibir que se está avanzado y sentirse segura, y eso ahora no ocurre", advierte Puig.

Po otro lado, el robo con violencia que se produjo el pasado fin de semana en un chalet de la Partida de Les Jovades en el término municipal de Cocentaina hizo saltar la alarma entre los vecinos de la comarca de El Comtat. El suceso se atribuyó a cinco encapuchados que podrían pertenecer a bandas organizada de delincuentes de países del Este de Europa y que lograron escapar con un botín cercano a los 30.000 euros, según informó la policía local de Cocentaina. La dureza con la que se produjo este robo no ha tenido precedentes L'Alcoià y El Comtat cuyos vecinos de urbanizaciones como Gormaig (Cocentaina), La Plana (Muro), El Aljibe (Tibi) y de chalets de Banyeres de Mariola han sufrido el azote de los ladrones en los últimos seis meses a los que se suman los asaltos en industrias de polígonos en Alcoi y en Ibi durante el fin de semana.

En la comarca de El Comtat, los vecinos reclaman mayor protección y vigilancia con la reapertura del cuartel de la Guardia Civil de Planes, solicitada por las autoridades de la zona al Ministerio de Interior. En la actualidad en la comarca de El Comtat se mantiene abiertos los cuarteles de la Guardia Civil de Cocentaina y Muro con una plantilla de 13 agentes para 15 poblaciones.

La oleada de robos y asaltos ha movido a los alcaldes de estas poblaciones ha solicitar refuerzos y que se cumplan las bajas de inmediato a fin de garantizar la seguridad. Uno de los promotores de esta petición es el alcalde de Cocentaina, el socialista Josep Marset, que ha solicitado la reunión de los alcaldes de El Comtat y L' Alcoià para combatir el problema. Marset, a quien se han dirigido los vecinos de la urbanización de Gormaig en busca de mayor vigilancia, destacó la dificultad de la policía para vigilar estas zonas que se encuentran entre lo público y lo privado.