Luis Mateo Díez rescata sus relatos más íntimos 'vividos' en Laciana

Luis Mateo Díez presentó ayer en León Las lecciones de las cosas, el libro de relatos que asegura que más le gusta por ser "el más íntimo" y "el que tiene más compromiso en lo personal". "Pertenece a esas cosas pequeñas en las que uno se refleja. Eso tiene mucho que ver con esos secretos interiores que todos llevamos y que se hacen de cosas muy livianas y muy anodinas. Y además es el libro que yo me debía a mí mismo", afirmó el escritor sobre este cúmulo de historias vividas e inventadas en la memoria cuando era un niño.

La portada de Las lecciones de las cosas (Edilesa) refleja una de las clases a las que Mateo Díez asistió de niño en Villablino, con el maestro don Higinio. Algunos relatos son historias vividas con su hermano Antón en el desván de su casa, un emotivo viaje al pasado. "A lo largo de los años he ido escribiendo muchos relatos, historias, algunas novelas cortas que han ido apareciendo en revistas o en libros y había ido acumulando un material inédito", señala el escritor.

Todos los relatos del libro, la mitad de ellos inéditos y el resto publicados, tienen que ver con ese lugar mítico imaginario de muchas de sus obras, Celama -que el autor reconoce que es el valle leonés de Laciana, donde nació-, dentro de una provincia imaginaria, con nombres inventados, que "se parecen más de lo debido a León, a Astorga, a La Bañeza", ciudades de sombra que llama el escritor. "Tenía una deuda imaginaria, de invención personal con ese valle y ahora por fin lo he reflejado en este libro".

El libro tiene tres partes: la primera, 'Las lecciones', es una novela corta que hace mención a la Institución Libre de Enseñanza; cuenta el viaje fundacional un día de 1885, en el que tres prohombres del institucionismo, tres personalidades de la cultura de principios de siglo, Francisco Giner, Gumersindo Azcárate y Manuel Bartolomé Cossío, viajan al valle de Laciana para fundar unas escuelas. "Es un viaje mítico, que me atraía mucho. Ahí hay un aprendizaje de la vida, un intento derivado del regeneracionismo, de lo que hizo la Institución Libre de Enseñanza como intento de hacer que la educación fuera el componente sustancial para trasformar nuestro país; eso sigue teniendo una gran ejemplaridad y eso es lo que cuenta Las lecciones de las cosas".

La segunda parte, titulada 'Revelaciones', son cuentos e historias inspirados en hechos reales que el autor ha visto o ha vivido y en los que a alguien le sucede algo significativo que le trasforma la vida. "A veces, uno encuentra de pronto el sentido de su existencia o la transformación de lo que es en el amor, en la amistad, en los negocios, en las cosas más impensables, son relatos un poco extravagantes y muy humorísticos".

En la tercera y última parte, 'Recuerdos', el autor ha recogido retazos de su memoria personal y casi todas las historias tienen algo que ver con la infancia en la posguerra, son emociones, sentimientos, percepciones, miradas de niños que vivieron en su infancia la posguerra española.

Luis Mateo Díez dice que en este libro se siente deudor de todas "las miradas, conciencias, memorias que están en la cercanía de paisajes muy queridos" y que son el valle de Laciana y León.

Mateo Díez prepara una novela para el otoño, que publicará Alfaguara, titulada Fantasmas del invierno, una obra sobre historias de la posguerra en León, que incluirá una guía de las ciudades de sombra de ese territorio global de la provincia imaginaria que recrea el autor desde hace años.