Microsoft ultima su estrategia para evitar que la condena de la Comisión siente un precedente mundial

Microsoft ultimaba ayer la estrategia defensiva para evitar que el fallo previsto para hoy de la Comisión Europea en su contra por abuso de posición dominante en el mercado europeo siente un precedente que pueda seguirse en otras partes del mundo y obligue a la compañía a cambiar su estrategia. La firma de Bill Gates y la Comisión guardaban silencio a la espera del anuncio oficial de la multa récord de 497 millones y otros condicionantes tecnológicos.

Las exigencias técnicas fueron anunciadas la pasada semana, y el importe de la multa se filtró el lunes por la noche. Pese a la publicidad del caso, los servicios del comisario Mario Monti, el responsable de Competencia, seguía guardando silencio sobre la sanción, calificada de injusta por Microsoft.

Uno de los portavoces de la compañía señaló que el hecho de que Monti haya declarado que quiere establecer un precedente significa que no hay tal porque la conducta que ahora se sanciona no había sido antes considerada anticompetitiva. Monti explicará hoy el porqué de la decisión.

Expertos en antimonopolio mantienen que la resolución del caso constituirá un precedente al que podrán recurrir en su defensa presuntos damnificados por Microsoft en otras latitudes. Es lo que quiere evitar la compañía para la que es crucial demostrar que la Comisión se ha equivocado.

Además de la multa, Microsoft será obligada a proporcionar en la UE el sistema operativo Windows sin el programa Media Player de acceso a ficheros de audio y video. De esta manera, el consumidor utilizará el sistema de ficheros que desee entre los de la competencia. El gigante creado por Gates también deberá permitir el acceso a parte de sus códigos a otros fabricantes de servidores de gama baja para que puedan colocar en el mercado equipos que funcionen con Windows con la agilidad con que lo hacen los de Microsoft. La compañía ha anunciado que buscará el amparo del Tribunal de Luxemburgo, un recurso que puede tardar hasta cuatro años en resolverse. Otra posibilidad es solicitar un procedimiento por la vía de urgencia, que puede durar en torno al año. Entretanto, Microsoft puede requerir la suspensión de las sanciones mientras no haya sentencia firme.