Los organizadores de 'Agua para todos' aún deben 180.000 euros
Los gastos de la iniciativa superaron al final las previsiones de los organizadores
La previsión de ingresos no se cumplió y los gastos se desbordaron. El resultado es que un año después de la concentración a favor del Plan Hidrológico Nacional (PHN) convocada bajo el lema Agua para todos y celebrada el 2 de marzo del pasado año en la Alameda de Valencia, los organizadores aún deben hacer frente al pago de alrededor de 180.000 euros. El acto fue organizado por las tres organizaciones agrarias valencianas integradas en Asaja (AVA en Valencia, Jóvenes Agricultores en Alicante y Fepac en Castellón) pero recibió un fuerte respaldo de la Administración valenciana y contó con la adhesión, al menos formal, de todo tipo de organizaciones y entidades.
El PP impulsó el acto, que recibió dinero público de las instituciones
Las tres organizaciones agrarias provinciales integradas en Asaja han tenido que ir digiriendo poco a poco una parte de las obligaciones económicas del acto a favor del PHN y liquidarán en los próximos tres o cuatro meses la deuda que aún mantienen con los diversos proveedores de la concentración del 2 de marzo de 2003, según aseguran fuentes conocedoras de la situación. La organización ha tenido que hacer frente a los pagos pendientes de un acto que trascendió lo meramente agrario y se convirtió en un tema de debate político, económico e incluso social a las puertas de las elecciones autonómicas y municipales celebradas en mayo del año pasado y de las que salió el nuevo Consell que preside Francisco Camps.
El PHN es un tema de discordia que no ha dejado de estar de actualidad y que estos días vuelve a ocupar muchos titulares debido a que el futuro Gobierno socialista ha anunciado que paralizará el trasvase del Ebro previsto en el proyecto. Las fuentes consultadas, con todo, aseguran que todas las ayudas públicas anunciadas en su momento se concretaron. La deuda obedece, por un lado, al aumento de los gastos registrados finalmente respecto a los previstos inicialmente y, por otro, a que algunas de las colaboraciones económicas esperadas no se concretaron.
Semanas antes de la concentración a favor del trasvase del Ebro, el comité organizador del acto (compuesto, además de por las tres organizaciones agrarias convocantes, por la patronal autonómica valenciana Cierval, la murciana, las Cámaras de Comercio de la Comunidad Valenciana, la Asociación de Amas de Casa y Consumidores de la Comunidad Valenciana, entre otras) estimó en 1,2 millones de euros el coste del acto reivindicativo.
En la concentración, por recordar algunas de sus cifras, se cocinaron en el Jardín del Turia 400 paellas de grandes dimensiones y se repartieron 120.000 raciones de arroz. Pegatinas, cubiertos de plástico, agua y naranjas fueron algunos de los productos que se ofrecieron durante la jornada, a la que la organización estimó que asistieron 800.000 personas, 220.000 en cifras de este periódico. Las administraciones públicas valencianas concedieron en conjunto en torno a 1,7 millones de euros, según las cifras que se barajaron en aquel momento. Entre las aportaciones destacaron la de las Cortes Valencianas, que subvencionaron con 600.000 euros la campaña de publicidad, y la del que el Consell, que destinó 540.910 euros al evento.
La organización también abrió una cuenta corriente para que todos aquellos particulares que lo desearan pudieran realizar aportaciones económicas voluntarias. Las fuentes consultadas comentan que aunque el acto en defensa del PHN contó con la colaboración económica de muchos ciudadanos y entidades, se esperaban otras aportaciones anunciadas aunque igualmente voluntarias que al final no llegaron. Esta circunstancia, unida al hecho de que los gastos de la celebración del acto superaron finalmente las previones iniciales que se hicieron, ha causado problemas fnancieros a las entidades organizadoras.
Dinero público, paella para todos
El PP de la Comunidad Valenciana impulsó la celebración del acto de apoyo al Plan Hidrológico Nacional (PHN) que el 2 de marzo de 2003 reunió a miles de personas en la Alameda de Valencia. Faltaban poco más de dos meses para las elecciones autonómicas y el PP, que había hecho de la defensa del PHN el eje de su campaña electoral frente a los socialistas valencianos, no dudó en recurrir a la financiación pública para organizar la concentración. Así, las principales instituciones valencianas, gobernadas con mayoría absoluta por los populares, tuvieron que pagar una especie de impuesto revolucionario y sufragar en parte un acto que tenía claros tintes partidistas. De esta manera el Consell destinó a la concentración Agua para todos 540.910 euros, las Cortes Valencianas aportaron un fondo de 623.920 euros, la Diputación de Valencia colaboró con otros 200.000 euros y las corporaciones provinciales de Alicante y Castellón se comprometieron a sufragar todos los autobuses y gastos adicionales que fueran necesarios, sin límite presupuestario. Además, Canal 9, emisora de televisión autonómica controlada por el PP, ofreció espacios gratuitos con publicidad de la convocatoria, que se emitieron generosamente durante las semanas previas a la concentración. Además, los organizadores enviaron más de un millón de cartas, cada una de las cuales incluía un vale-invitación por dos raciones de paella.
Los partidos de la oposición criticaron que se destinaran fondos públicos al acto, que calificaron de "movilización franquista al estilo de las de la Plaza de Oriente" y que consideraron que tenía carácter partidista. Pero el PP utilizó su mayoría absoluta en las instituciones para aprobar la concesión de las subvenciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.