Rabanera asume que el futuro de la Diputación depende del PSE

El diputado general de Álava, el popular Ramón Rabanera, asumió ayer que la derrota en las elecciones generales deja el futuro de la institución en manos del PSE. Aunque Rabanera apuesta por seguir gobernando en minoría, sabe que en el caso de una poco probable moción de censura tendría las de perder. Ayer propuso una nueva negociación al PSE, pero no avanzó si ello supone aceptar las condiciones socialistas.

El varapalo popular en Álava fue ayer el centro de atención en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Diputados. Ramón Rabanera reconoció que la derrota había sido muy abultada, sobre todo en Álava, pero dijo no sentirse responsable de ella,y la relacionó más a "los terribles acontecimientos que han sucedido en los últimos días", en referencia a los atentados de Madrid. El vuelco electoral ha invertido los papeles y ahora es el PSE la segunda fuerza en el País Vasco, después del PNV, y el PP la tercera.

Tras las elecciones municipales y forales del pasado año, el PP se ha resignado a gobernar con grandes dificultades en Álava, al no aceptar la exigencia del PSE de que le ceda la alcaldía de Vitoria o la presidencia de la Diputación a cambio de establecer un acuerdo para toda la legislatura. La pérdida del Gobierno central y de su posición como primera fuerza en Álava ha debilitado todavía más su posición.

Aunque ayer el diputado general avanzó que piensa seguir gobernando en minoría si no llega a un acuerdo con el PSE, su capacidad de maniobra es mínima y va a estar a expensas de cualquier entendimiento entre socialistas y nacionalistas. Tiene ya el primer presupuesto prorrogado y puede encontrarse con esa misma situación el resto de la legislatura. Sin embargo Rabanera considera muy poco probable que puede presentarse una moción de censura por parte del PSE y el PNV, aunque sí teme que en asuntos puntuales nacionalistas y socialistas puedan legislar en su contra en las Juntas Generales, donde el PP está en clara minoría.

Por eso ayer lanzó una nueva oferta negociadora al PSE. El problema es que este partido no ha variado su exigencia de compartir el poder y estar al frente de una de las principales instituciones alavesas. Rabanera explicó que esa es una decisión excepcionalmente importante que, en todo caso, tiene que tomar el partido.