Francia suaviza los requisitos para el despliegue del nuevo móvil

La Autoridad de Regulación de las Telecomunicaciones francesa ha decidido retrasar las obligaciones de cobertura de los nuevos móviles UMTS por parte de dos de las tres compañías con licencia. Orange (filial de France Télécom) y SFR (Vivendi) tendrán que poner a disposición este servicio al 58% de la población para finales de 2005, lo que supone un retraso de entre 24 y 30 meses con respecto a lo previsto. La nueva tecnología permitirá la transmisión de vídeos y acceso rápido a Internet.

A la vista de las dificultades con que se están encontrando las operadoras en el desarrollo del móvil de tercera generación, esencialmente porque la falta de terminales les ha impedido comercializar los nuevos servicios, la Autoridad de Regulación de las Telecomunicaciones (ATR) francesa hará concesiones a las compañías. El organismo pide a otros reguladores europeos que hagan lo mismo, según publicaba ayer el diario económico Les Echos. El Gobierno español ya anunció la semana pasada un acuerdo para poner en marcha el UMTS que permitirá a las compañías ahorrarse 6.000 millones de euros en inversiones.

La ATR ha fijado nuevas exigencias para las operadoras Orange y SFR, que deberán alcanzar una cobertura del 58% de la población para diciembre del año próximo, y "un objetivo de una cobertura nacional a medio plazo", según el periódico francés. En cuanto a las obligaciones de Bouygues, el tercer operador con licencia, "se examinarán ulteriormente", de acuerdo con la decisión tomada por el organismo, que atribuye estos cambios a "razones objetivas, presentes en el conjunto de Europa". Cita en particular "la entrega tardía de los equipamientos de red y las dificultades de puesta a punto de terminales fiables", además del "control de la tecnología y las dificultades operativas encontradas en el despliegue".

Compromiso inicial

El compromiso inicial para Orange era que su red UMTS cubriera al 58% de la población francesa en agosto del año pasado, y del 75% para SFR. Las nuevas obligaciones supondrán, por lo tanto, un retraso de entre 24 y 30 meses.

Finalmente está previsto que el UMTS se empiece a comercializar este año en la mayoría de países europeos. La industria, sin embargo, no espera que su uso se generalice hasta el año próximo.

En España, las cuatro operadoras que ganaron una licencia UMTS en 2000 (Telefónica Móviles, Vodafone, Amena y Xfera) se han comprometido a poner en marcha el nuevo móvil en las principales ciudades del país en el segundo semestre de este año. Al comienzo, la cobertura llegará al 45% de la población, y el servicio se ampliará al 70% en dos años, según el acuerdo que acaban de alcanzar las compañías con el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

A cambio, el Gobierno ha liberado a las operadoras de los compromisos adquiridos hace cuatro años, entre ellos la obligación de crear 36.300 empleos directos en diez años. También permitirá que las operadoras compartan infraestructuras de red, lo que producirá un ahorro de al menos 6.000 millones en 10 años, un 30% sobre el compromiso inicial.