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Críticas por el caos en el estreno del nuevo Registro Civil

Más de una decena de puntos resumen la situación de caos del Registro Civil en su primer día de funcionamiento en la ubicación nueva, en la Ciudad de la Justicia, según el comité de empresa de la consejería de la que depende la logística del mismo. El Registro Civil ha sido el último de los servicios judiciales que se ha traslado y lo ha hecho durante once días, afectando al calendario de registro de defunciones, nacimientos y celebración de bodas. La reapertura supuso ayer, según la Federación de Servicios Públicos (FSP) de UGT "un auténtico caos porque los usuarios acudieron a demandar los servicios habituales y no estaban listos para funcionar".

Según el sindicato, "los ordenadores no funcionan, las impresoras tampoco, el usuario no distingue entre el lugar en el que puede solicitar una fe de vida y que registra los nacimientos porque los rótulos no se ven a 50 centímetros". Además, la FSP-UGT considera, y así lo hizo constar ayer por escrito, que se produce una distorsión ya que "la Dirección General de los Registros y del Notariado ha introducido, interpretando la Ley Orgánica del Poder Judicial, en el sentido de habilitar a los funcionarios del cuerpo de gestión para firmar certificaciones, lo que es función exclusiva del secretario judicial y podría provocar nulidades de actos judiciales".

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