Las pilas de Centroamérica

La integración regional, el comercio sin fronteras y el desarrollo de una zona castigada por la pobreza. Todo yace en el sustrato de los movimientos preparatorios de la cumbre UE-América Latina y el Caribe, que se celebrará en mayo en Guadalajara (México). El más reciente: la adhesión española al Banco Centroamericano de Integración Regional (BCIE), firmada el pasado viernes.

España se ha convertido esta semana en el quinto socio extraterritorial del Banco Centroamericano de Integración Regional (BCIE)

La integración regional de América Latina es un asunto que centrará la tercera cumbre con la UE, que tendrá lugar el 28 y 29 de mayo

La firma del protocolo ha correspodido a José María Aznar, que ha contado con la presencia, en Madrid, de los seis presidentes centroamericanos: Francisco Flores, de El Salvador; Mireya Moscoso, de Panamá; Enrique Bolaños, de Nicaragua; Ricardo Maduro, de Honduras; Abel Pacheco, de Costa Rica, y Óscar Berger, de Guatemala, también en su calidad de presidente de la Secretaría Pro Témpore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA). Por él, España compromete una aportación de 200 millones de dólares -el 10% del capital de la entidad-, cuyo pago incluye el abono en efectivo del 25% en cuatro cuotas anuales. De este modo, nuestro país se convierte en el quinto socio extrarregional de la entidad centroamericana (después de México, Taiwan, Colombia y Argentina) y en el primer europeo. Un ejemplo que, según explica Óscar Berger a El País Negocios durante su breve estancia en España, espera imiten otros países de la UE, porque "los países europeos podrían encontrar aquí una posibilidad de colaborar con la región y al mismo tiempo de pertenecer a un Banco que tiene rentabilidad".

Una salida al subdesarrollo

Los fondos del BCIE, creado en 1960, se destinan, principalmente, al desarrollo de infraestructuras en Centroamérica. "El banco dispone de un listado de proyectos que después debe calificar la junta directiva. Básicamente, se trata de proyectos ligados a las infraestructuras y los servicios en los que los países centroamericanos somos deficitarios". No hay países privilegiados, dado que "toda Centroamérica tiene las mismas características. Estamos luchando por salir del subdesarrollo. En general, la infraestructura básica es prioritaria. El Plan Puebla-Panamá va a ser parte importante de un proyecto integral de desarrollo entre los países centroamericanos y el sur de México", asegura el presidente de Guatemala.

Precisamente, la integración regional de América Latina es uno de los asuntos que centra las conversaciones preparatorias de la tercera cumbre entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe, que tendrá lugar el 28 y el 29 de mayo próximo en Guadalajara (México).

Supresión de fronteras

En el caso de Centroamérica -una zona donde los procesos de integración avanzan con mayor rapidez, según el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy-, Berger anuncia la supresión de las fronteras entre Guatemala y El Salvador el próximo 10 de marzo y, un mes después, las de Honduras y Nicaragua. "Esperamos llegar a la cumbre de Guadalajara con una Centroamérica sin fronteras, sin aduanas y actuando como una región integrada, como un bloque", afirma.

Por su parte, Aznar promete a los mandatarios centroamericanos que solicitará al presidente de turno del Consejo Europeo, el primer ministro irlandés, Bertie Ahern, y al de la Comisión Europea, Romano Prodi, que en Guadalajara se inicien negociaciones en firme para un acuerdo de asociación con Centroamérica, paso previo a la consecución de un Tratado de Libre Comercio de la zona con la UE. Los subsidios agrícolas europeos, sin embargo, son el principal escollo. Algo que minimiza el secretario de Estado de Comercio y Turismo de España, Francisco Utrera, para quien "la reciente reforma consensuada en la UE de su política agraria hará más fácil un entendimiento" en la materia.