5.000 vecinos de Perales protestan desde hace años contra el mal olor
Los vecinos de Perales del Río llevan años luchando contra el hedor procedente de la planta de lodos situada a unos dos o tres kilómetros de sus viviendas. Esta pedanía de 5.000 habitantes pertenece a Getafe, aunque dista ocho kilómetros de su casco urbano, pero comparte lindes con la capital. Y es en esos terrenos pertenecientes al municipio de Madrid donde se encuentran las instalaciones que empeoran la calidad de vida de los peraleños: la incineradora de Valdemingómez, el secadero de lodos y dos depuradoras junto al río Manzanares.
Son muchas las protestas contra los malos olores organizadas por los residentes de Perales en la última década. En el verano de 1997, hartos de que las instituciones no atendiesen sus quejas, los vecinos, a través de la asociación Nuevo Perales, presentaron una querella por supuesto delito ecológico continuado y prevaricación contra el entonces alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, y los entonces consejeros Carlos Mayor Oreja (Medio Ambiente) y Antonio Beteta (Hacienda)
ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. También estaban imputadas las empresas de gestión de lodos Fertimar, Sufisa y Tracoinsa
A la querella se adhirió la Fiscalía de Medio Ambiente de Madrid, que dirige Emilio Valerio.
En su escrito al tribunal, Valerio exigió el cese de actividad en la planta. El fiscal argumentó su petición en un informe elaborado por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), basado en muestras de cieno recogidas en las eras de Perales y en las citadas depuradoras. El informe revelaba la fuerte presencia de "metales pesados" en los lodos, elementos que cabe catalogar, explicó, como "residuos peligrosos".
Tribunal Superior
Responsables del Canal replicaron que el cieno estaba contaminado con metales pesados en un porcentaje "que no cabe catalogar de peligroso". En 2000, el Tribunal Superior archivó la causa abierta contra Mayor Oreja por delito ecológico. Los jueces consideraron que los hechos denunciados no eran constitutivos de una infracción penal.
Hace tres años, la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad impidió al Consistorio madrileño construir en este mismo barrio de Perales una incineradora de lodos procedentes de depuradoras. Tanto el Ayuntamiento de Getafe como los vecinos de la zona venían solicitando que no se ejecutara el citado proyecto, por entender que perjudicaría la salud de los residentes en el barrio. La planta prevista iba a superar, según Ecologistas en Acción, los niveles legales de dioxinas y furanos liberados a la atmósfera, que son sustancias potencialmente cancerígenas.
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