Los centros de maltratadas tienen plazas vacantes

La directora de la Mujer del Ayuntamiento de Madrid, Asunción Miura, asegura que los centros municipales de acogida urgente para maltratadas tienen vacías, desde agosto de 2003, "del 20% al 30% de sus 60 plazas". Miura ignora la causa de esas vacantes. Sólo indica que en agosto entró en vigor la orden que permite a los jueces obligar al maltratador a dejar el hogar conyugal de forma inmediata. PSOE e IU consideran que el plazo de estancia en estos centros, de unos 20 días, "es demasiado corto".

Hace año y medio, el Consistorio se vio obligado a cobijar a mujeres maltratadas y a sus hijos en pensiones debido a "la saturación" de los centros de emergencia, según reconoció entonces el Ayuntamiento. Se contrataron 13 plazas en un hostal desde mayo a septiembre de 2002, lo que supuso un gasto mensual de 20.000 euros a las arcas municipales.

Miura, que en esas fechas era directora de la Mujer del Gobierno regional, asegura no haber tenido noticia de la necesidad de contratar camas en hostales. "No sabemos por qué tenemos ahora plazas vacantes, pero vamos a esperar antes de decidir si las destinamos a otros programas para mujeres", añade. Según sus datos, también en los centros de emergencia de la Comunidad hay vacantes, lo que confirman fuentes de la Consejería de Empleo y Mujer, aunque sin ofrecer datos.

La directora de la Mujer apunta que quizá todos el trabajo realizado para erradicar la violencia sexista "está empezando a dar su fruto, y las mujeres toman medidas antes de que la situación sea insostenible". "No todas las víctimas de malos tratos necesitan recurrir a estos centros; muchas se cobijan con amigos o familiares y quizá la mayor independencia económica de las mujeres en la actualidad explique también que sean menos las que precisan ese recurso", matiza Miura.

A la directora de la Mujer tampoco le extraña que las plazas no se hayan cubierto con mujeres inmigrantes. "El problema de ellas es que no se atreven ni a denunciar, como nos pasaba a nosotras hace veinte años, y por tanto, no demandan tantas plazas de acogida como cabría esperar", asegura. Y añade que "no existen trabas para que las extranjeras sin papeles víctimas de malos tratos accedan a los centros de emergencia.

Inés Sabanés, portavoz de IU en el Consistorio, no entiende cómo hace sólo año y medio los centros de acogida estaban llenos y ahora tienen plazas vacías. "Además de las mujeres que no necesitan utilizar estos recursos hay otras que quizá no recurran a ellos porque no les ofrecen el tiempo de estancia y las condiciones suficientes para estar tranquilas y recuperarse del daño sufrido", asegura.

La concejal socialista Elena Arnedo cree también que las víctimas de malos tratos no recurren a los centros de emergencia "porque en ellos sólo pueden estar unos días y no reciben una atención integral y profesional de calidad". Arnedo recuerda que en el último año fueron 7.914 las mujeres que denunciaron malos tratos, lo que supone "un 16% más que el año anterior". La presidenta de la asociación de mujeres juristas Themis, Ángela Alemany, puntualiza que a las víctimas que se plantean recurrir a las casas de acogida urgente "se les desincentiva". "Se les dice que no hay garantías de que luego puedan pasar a un centro de más larga estancia y saben que en veinte días no resuelven nada", apostilla.

Además de los centros de acogida del Ayuntamiento, concertados con Cáritas, el Grupo Lábor y Damas Apostólicas, en la región hay otros regentados por el Gobierno regional: tres casas refugio; cuatro centros de emergencia con convenios con municipios y diez pisos tutelados. Existe, además, un centro de atención integral regentado por la asociación de Mujeres Separadas, cuyo futuro es incierto porque el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, que le subvencionaba desde su apertura en 1991, ha rebajado su ayuda en un 20%.