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Dos años de cárcel para una mujer por enviar 'e-mails' con clave ajena

La condenada suplantó la identidad y remitió mensajes injuriosos

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El Juzgado de lo Penal número 8 de Barcelona condenó ayer a Mónica P. C., de 27 años, a dos años de cárcel, una indemnización de 26.886 euros y otra multa de 36 euros por entrar en la cuenta de correo electrónico de una ex compañera de estudios y aprovechar las direcciones que allí había para enviar mensajes injuriosos a terceras personas, entre ellas el jefe de donde trabajaba la víctima.

La fiscalía solicitaba inicialmente tres años de cárcel para la acusada por un delito de revelación de secretos y otros dos años de prisión por daños informáticos. Pero antes de empezar la vista, las partes lograron un acuerdo que evitó el juicio y ahora el juez dictará una sentencia de conformidad con ese pacto. En cualquier caso, la condena no comportará la entrada en prisión de la mujer al quedar reducida la pena a dos años de cárcel y no tener antecedentes penales. Fuentes judiciales explicaron que ésta era la primera sentencia condenatoria dictada en España por revelación de secretos.

"La pena es muy dura, pero el Código Penal es el que es", afirmó el abogado defensor, Javier Nart. La acusación particular, ejercida por Carlos Sánchez-Almeida, se mostró conforme con el pacto y logró también una indemnización para su clienta por las secuelas que sufre tras lo ocurrido.

Los hechos ocurrieron a finales de noviembre de 2001, cuando Mónica P. C. accedió desde el ordenador de su domicilio a la cuenta de correo electrónico hotmail de su ex compañera de estudios gracias a que conocía algunos datos personales de ella y así logró encontrar la contraseña. De esta forma, Mónica P. C., suplantó la identidad de su conocida, cambió la contraseña e impidió que la víctima pudiera acceder a su cuenta de correo. El 1 de diciembre, tras acceder a los mensajes enviados y recibidos, la condenada modificó algunos de ellos con ciertas frases injuriosas y los reenvió a su jefe y al centro donde habían estudiado. También respondió de la misma forma despectiva a otros mensajes recibidos.

Mensaje al móvil

En concreto, el 7 de diciembre de 2001 envió un mensaje desde el ordenador al teléfono móvil de una conocida, en el que le decía: "No te han dicho nunca que eres una engreída de mierda. Con esa actitud no llegarás nunca a ser nada, como lo que eres ahora". Cuando la perjudicada pudo acceder de nuevo a su cuenta de correo electrónico, Mónica P. C. ya había eliminado todos los mensajes recibidos y enviados, así como la agenda de direcciones.

Un informe forense, realizado el pasado día 20 de febrero a instancias del juzgado recuerda que la mujer tuvo que acudir a un especialista por el estado de ansiedad que presentaba al ocurrir los hechos. También explica que es controlada de manera períodica y que en la actualidad presenta un cuadro ansioso y un trastorno de estrés postraumático por lo ocurrido, y que aún toma antidepresivos y ansiolíticos.

Los hechos, dice el informe del forense, "le ha ocasionado una respuesta emocional en forma de temor, desesperanza, dificultad de concentración, irritabilidad, hipervigilancia...". La previsión es que los síntomas vayan mejorando con el tiempo, "pero sin poder llegar a precisar cuando remitirá por completo", dice el forense.

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