450 camas están ocupadas cada día por enfermos que proceden de otras comunidades

Más de 16.800 pacientes procedentes de otras regiones españolas fueron atendidos durante el año 2002 en hospitales públicos de Madrid, lo que supuso un total de 164.129 días de estancia, según la Consejería de Sanidad. Esos enfermos ocuparon un promedio diario de 450 camas. La factura correspondiente a los gastos de atención médica a estos miles de pacientes -derivados o desplazados desde sus comunidades autóno-mas- corre a cargo del fondo de cohesión interterritorial (68 millones en el año 2001). Pero hay otra cifra oculta, difícil de cuantificar, según sostienen otras fuentes sanitarias.

En los hospitales madrileños ingresaron, durante 2002, un total de 252 pacientes extranjeros no residentes. Cada uno de estos ingresos duró un promedio de 9,66 días (1,22 días por encima de la estancia media de los pacientes madrileños), según fuentes de la Consejería de Sanidad.

No obstante, según la misma fuente, esta cifra de asistencia es inferior a la real por dos motivos: "por un lado, sólo están contabilizados los ingresos hospitalarios (no se incluyen ni urgencias ni consultas externas); y, por otro lado, los hospitales, para la explotación de sus datos, no tienen en cuenta la nacionalidad de los pacientes atendidos".

Sin embargo, estimaciones realizadas por la Consejería de Sanidad y Consumo en las áreas 4 y 5 indican que sólo en los hospitales de estas dos áreas se produjeron 134 ingresos durante el año 2003, fueron atendidas 572 urgencias, y se realizaron otras 1.233 actuaciones sanitarias (consultas, pruebas diagnósticas, etcétera) a pacientes extranjeros no residentes. En total, sólo en estas dos áreas se han realizado en 2003 un total de 1.939 actuaciones sanitarias a extranjeros, sin contar las consultas de atención primaria. La mayor parte de estos pacientes procedían de otros países de la Unión Europea.

Dado que las áreas 4 y 5 cuentan con una población en torno a 1.200.000 ciudadanos, una extrapolación al total de las 11 áreas sanitarias en que está dividada la Comunidad de Madrid arrojaría una cifra de 670 ingresos, 2.900 urgencias y casi 10.000 procesos médicos. Según esta misma estimación, los procesos incluyen incluso trasplantes de órganos, mientras que las patologías más frecuentes de las que son atendidas estas personas son las cardiovasculares y las oncológicas.

Al margen de los extranjeros que son atendidos oficialmente y siguiendo los trámites establecidos, fuentes sanitarias aseguran que otros muchos, cuya cifra no pueden precisar, que ingresan en los hospitales a través de los servicios de urgencias. Muchos de estos pacientes incurrirían en lo que la presidenta del Gobierno regional denomina el turismo sanitario, es decir, que se desplazan a Madrid ex profeso para recibir atención médica.

Manchegos y castellanos

Sin embargo, más abultadas que las cifras de extranjeros son las de españoles -residentes en otras comunidades autóno-mas- que habitualmente son atendidos en hospitales madrileños. Según datos oficiales de la Consejería de Sanidad, más de 16.000 residentes en otras regiones recibieron en Madrid atención hospitalaria durante el año 2002. Estas personas estuvieron ingresadas un total de 164.000 días, lo que en consecuencia supone que cada día hubo 450 camas ocupadas por ciudadanos no residentes en la Comunidad de Madrid. Es decir, como si todo un hospital de tipo medio hubiera estado ocupado en su totalidad por estos enfermos. Destacan los pacientes procedentes de Castilla-La Mancha (más de 7.200 pacientes durante el año 2002) y los castellano-leoneses ( más de 3.600 durante el mismo periodo), seguidos de los extremeños (casi 2.000), y Andalucía (1.100).

Pero fuentes sanitarias hablan de un cifra oculta, resultante de una práctica "bastante habitual": la de aquellos enfermos que figuran como domiciliados en Madrid y que, sin embargo, residen esporádicamente en la vivienda de un hijo u otro parientes, tras haberse desplazado desde su habitual lugar de residencia. "Es frecuente que muchas de estas personas ingresen en los hospitales a través del servicio de urgencia, explicando que se sintieron mal cuando estaban de visita o pasando una temporada en casa de su padre, de su hijo o de otro familiar", explican las mismas fuentes.

La Consejería de Sanidad considera madrileños, a todos los efectos, a los 400.000 inmigrantes que tienen su respectiva tarjeta sanitaria por residir en en la Comunidad de Madrid. "Estos ciudadanos son madrileños a nuestros efectos y, por tanto, figurarán como tales en las listas de espera quirúrgica", explica un portavoz de la consejería.

En enero de 2003, unos 400.000 inmigrantes tenían tarjeta sanitaria: alrededor de 150.000 (el 38% del total) la tenían por ser cotizantes de la Seguridad Social, y el resto por ser insolventes. Estos últimos tienen garantizada la asistencia médica por el simple hecho de estar empadronados.