La traductora Mónica Núñez y el médico rural José Montero, los mejores del concurso 'Ciberp@ís'

"No se dieron cuenta de que les hice la foto; me gusta captar instantes que son reales. El nombre de Dos presentes lo elegí porque estas dos personas son dos regalos para mí. Además, son dos edades que se juntaron en un mismo momento: la madurez y la infancia". Así explica Mónica Núñez su fotografía Dos Presentes, ganadora absoluta del II concurso de fotografía digital de Ciberp@ís.

El jurado formado por la responsable de fotografía de EL PAÍS, Marisa Flórez, y de los fotógrafos de la redacción de Barcelona, Joan Sánchez, y de Ciberp@ís, Antonio Espejo, eligieron a Dos presentes entre las 5.762 fotografías enviadas correctamente al concurso.

En la instantánea aparece su amigo Juan y el hijo de la autora, Alejandro, de dos años de edad. Para captar este momento empleó una cámara Konica Revio de cuatro megapíxeles. "Luego me gusta trabajar las imágenes con Photoshop; darles un toque mágico", explica.

Y lo consiguió. En la redacción de Ciberp@ís la foto era conocida como El Rembrandt para distinguirla de la montaña de fotos que llegaban cada semana, cada día, cada hora. En total, 5.762 imágenes.

147 fotos por día

En los 39 días del concurso, del 8 de enero al 15 de febrero, llegaron más de 6.000 fotos, aunque una vez descontadas las repetidas y las llegadas fuera de plazo o de las bases del concurso, el jurado falló entre 5.762 imágenes, a una media de 147 mensajes válidos diarios.

El año pasado, pese a que el concurso duró algo más (42 días), llegaron 2.231 mensajes, con un total de 4.000 fotos. Es decir una media de 53 mensajes o de 95 fotos por día, ya que en las bases del concurso del año pasado se podían enviar tres fotos en cada mensaje. En las bases de este año, sólo se podía enviar una foto por semana. El crecimiento de la participación entre el primer y el segundo concurso ha sido del 50%.

Las 5.762 imágenes han ocupado 2,6 gigabytes, más del doble que el año anterior, cuando toda la base de datos ocupó 1,2 gigabytes.

El éxito de participación y la inveterada costumbre hispana de dejar las cosas para el último minuto consiguieron bloquear el buzón de Ciberpaís el domingo, día 15, a las 17.01 horas, a falta de siete para el término del concurso. Se calcula que un centenar de fotos fueron reenviadas al destinatario, por lo cual aún se admitieron al concurso las imágenes que llegaron durante la mañana del lunes, día 17, una vez vaciado el buzón. Sin embargo ninguna de esas imágenes llegó a la criba final del jurado, que decidió entre 60 imágenes.

La ganadora Mónica Núñez, de 37 años de edad, ha trabajado en alguna ocasión como ayudante de fotografía, pero se gana la vida en una empresa de traducción de la que es propietaria. Núñez no pertenece a ningún club de fotografía. Además de su cámara digital tiene una vieja réflex y una cámara de vídeo.

Su afición es la fotografía digital. "Es más rápida, más directa y más barata". Su temática preferida es la abstracción y la naturaleza.

Quizá por ese "toque mágico" que tienen sus fotografías, Dos Presentes destacó sobre todas y sobre todos, porque la participación de mujeres fue muy inferior a la de los hombres, en una proporción de cinco a uno, y con una media de edad de entre 30 y 45 años.

El resto de los premios fueron para varones. El segundo, para Jose María Montero, que optó por el autorretrato, al igual que el ganador del pasado año, que se autorretrató en un retrete.

A Montero el retrato le costó más. "Trabajé la imagen en ordenador dos horas cada día durante una semana". Este médico rural de Cuenca, de 52 años de edad, empleó una versión antigua de Photoshop, la seis, para retocar Brokensull, que viene a ser cabeza rota. "Puse el título en inglés y la dejé en blanco y negro porque así tiene más impacto. Sólo quería conseguir una imagen impactante, quizá un momento de crisis".

Un hombre meticuloso

Montero tiene aproximadamente unas 4.000 fotografías digitales. Las guarda en carpetas en su ordenador y cuando llegan a las 650 megas las archiva en CD. Su primera cámara digital se la compró hace tres años. Hasta entonces le daba a la diapositiva. Ahora tiene dos cámaras digitales.

Brokensull tiene varias versiones porque Montero es un hombre meticuloso que retoca sus obras con cada idea nueva. La explicación de su foto también fue muy meticulosa: "La capas, de abajo a arriba, son: suelo cuarteado distorisonado en perspectiva, en el que además he hecho una selección muy calada de la parte posterior (300 píxeles) que he desenfocado, todo ello para acentuar sensación de profundidad y de enfoque selectivo. La segunda capa es una sombra de la cabeza, apenas marcada. Creo que las mejores sombras artificiales son las que apenas se notan. La tercera capa es un autorretraro que capturé a ojo. La cuarta capa son de nuevo grietas, deformada con el filtro esfrizar de Photoshop en modo multiplicar. La imagen quedaba bastante bien en color, pero me ha parecido más impactante en blanco y negro, por lo que he eliminado la información de color mediante mezcla de canales y he aumentado el contrsate con curvas".

Montero hizo un gran trabajo de manipulación de imágenes con el ordenador. Ésta es una de las grandes diferencias respecto al concurso del año anterior: una mayoría de participantes ha manipulado o corregido las imágenes con el ordenador, gracias a diferentes programas, pero la imagen original ha sido casi siempre la real.

En el concurso de 2003 hubo más influencia del fotomontaje y del collage. En un año ha habido en los concursantes un salto, técnica y estéticamente, drástico. Ha primado la calidad de la fotografía original y luego, con ella, se ha manipulado, se han corregido defectos o se han buscado distintos efectos.

La preparación técnica de los participantes también se ha demostrado en el cumplimiento de las bases del concurso: prácticamente nadie se pasó del mega, peso límite de la imagen, y prácticamente todos la enviaron en formato jpg, a diferencia del año anterior. También fueron escasas las imágenes de autoría falsa, como alguna de Helmut Newton o de las Fuerzas Aéreas de EE UU.

Los cinco ganadores coinciden en que la tecnología digital les ha abierto nuevos horizontes. Han encontrado alicientes desconocidos hasta ahora, como el retoque de las imágenes en el ordenador o el simple placer de disparar sin fin, con el único miedo a que se acabe la batería o la tarjeta de almcenamiento.

"En el mundo digital", dice José María Montero, "cada año salen mejoras y parece que si no cambias te quedas antiguo; pero la foto digital me ha vuelto a animar".