Medio Ambiente exige estudio de impacto ambiental para el túnel del AVE en Barcelona

El AVE Madrid-Barcelona encontró ayer otra piedra en su camino con la exigencia, por parte del Ministerio de Medio Ambiente, de que se efectúe una declaración previa de impacto ambiental. La esperanza de que las obras del túnel para el AVE bajo la calle de Mallorca de Barcelona no necesitaran este tipo de declaración han quedado en nada. El Ministerio de Medio Ambiente ha notificado ya a Fomento que la declaración, que supone un mínimo de dos meses de exposición pública, es imprescindible. Fomento tratará de paliar el nuevo retraso realizando paralelamente otros trámites necesarios.

Otro retraso para el AVE. Esta vez ha sido el Ministerio de Medio Ambiente, que exige que las obras del túnel que se debe construir bajo la calle de Mallorca, entre la estación de Sants y la futura de la Sagrera, disponga de una declaración previa de impacto ambiental. Fomento había pedido un informe y confiaba, según explicó hace dos semanas el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, en que fuera positivo, es decir, en que descartara la necesidad de la declaración.

El Ministerio de Fomento está ahora preocupado porque tiene una fecha límite para llevar la línea hasta la frontera: 2009, cuando el túnel pirenaico, ya adjudicado, esté listo. De todas formas, la fecha con que trabaja para la llegada a Barcelona es la de finales de 2007 o ya 2008. Pese a todo, Jorge Fernández Díaz, número dos en la lista del PP por Barcelona, mantuvo anteanoche ante los ingenieros industriales, con los que conversó, la fecha de 2006, abandonada hace meses por Fomento.El Consejo de Administración de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) aprobó ayer la licitación del desvío y el nuevo tramo de la carretera C-31 (autovía de Castelldefels), que permitirá la ampliación de las instalaciones del aeropuerto de Barcelona y la conexión a la futura terminal sur. La licitación de esta obra se produce cuatro años después del convenio que firmaron en julio de 2000 el Gobierno catalán y AENA, que establecía que este organismo se haría cargo de las obras del desvío de la carretera necesarias para el desarrollo del plan director del aeropuerto y para disponer de una red viaria en consonancia con las mejoras previstas en cuanto a infraestructuras, informa Dulce Valero.

Ayer también, Depur Baix, empresa pública dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y en la que participa la Agencia Catalana del Agua, y que gestiona la construcción del tratamiento biológico de la depuradora del Besòs, adjudicó la instalación del los equipos industriales de esta obra a una unión temporal de empresas. El importe de la obra es de 41.811.322 euros, y el plazo de ejecución, de 22 mesos.

El proyecto de desvío de la C-31 prevé el cambio de configuración del actual acceso de la vía al aeropuerto con un giro hacia el interior que permitirá el desarrollo de la futura ciudad aeroportuaria, aún por definir, además de la creación de un nuevo tramo de autovía que será de 5,30 kilómetros. La nueva autovía contará con tres enlaces de distinto nivel, uno al aeropuerto y sus terminales, incluida la futura terminal sur entre pistas; otro a la zona de carga, y un tercero que la conectará con el futuro paseo marítimo de Viladecans. Las obras de desvío de la C-31 supondrán la construcción de un nuevo cauce en el emplazamiento de la Riera Roja, así como el desvío del canal de la Vidaleta, que vierte sus aguas en la anterior.

La modificación de la carretera C-31 tiene un presupuesto de casi 50 millones de euros y un plazo de ejecución de 24 meses desde la firma de contrato, que está previsto que se lleve a cabo este año, con lo cual las obras deberán estar acabadas en 2006.