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Entrevista:JONAS PETIT | Líder del partido gubernamental de Haití

"No hay solución sin Aristide"

Juan Jesús Aznárez

Jonas Petit, líder de Familia Lavalás (avalancha, en creole), el partido gubernamental, cuyas organizaciones populares, los chimeres, han sido acusados de hostigar salvajemente a la oposición, advierte de que cualquier solución a la crisis de Haití pasa por el respeto a la presidencia de Jean Bertrand Aristide, cuya renuncia exigen las milicias armadas y la agrupación política de partidos y grupos antigubernamentales. "Pienso que no es posible una solución que no contemple la permanencia de Aristide en la presidencia. No hay otra opción". Jonas Petit no descarta un choque generalizado y cruento. "¿Es posible una guerra civil?". "Sí, es posible. Todo es posible en las actuales circunstancias".

El dirigente del movimiento promovido por Aristide, cuyo mandato termina en el año 2006, niega que los chimeres sean matones a sueldo de la presidencia. "Son jóvenes sin trabajo que forman parte del 82% de la población sin acceso a los derechos fundamentales del hombre". La incertidumbre es total. "Todo es posible. Guy Philippe

[ex comisario de policía, jefe de las milicias sublevadas] ha sido armado por un patrón, por el arquitecto de todo esto, que autoriza e imparte instrucciones". ¿Y quién es ese patrón? "Averígüelo".

La solución negociada es difícil porque el antagonismo de las partes, fundamentalmente de la oposición, es extremo. "La democracia tiene reglas y hay que respetarlas. Quienes las violen se convierten en ilegales. La oposición debe presentar alternativas, peor no lo hace. Los problemas sociales se solucionan con el diálogo, no con las armas". Las armas, de momento, llevan la iniciativa y tratan de derrocar al ex cura salesiano. "Pero no se puede arreglar esta crisis con la perspectiva de entrar en otra peor. Si Lavalás pasa a la oposición y aplica el mismo criterio que la oposición ahora, ¿qué pasaría? Lavalás puede estar en la calle todos los días". Petit niega que las armas del ex gubernamental Ejército Caníbal, ahora en la oposición, fueran proporcionadas por el Ejecutivo, y argumenta que son confusas las circunstancias en que fueron asesinados varios opositores en los últimos años, entre ellos el principal periodista de Haití. El Gobierno, afirma, no tenía ningún interés en cometer los crímenes porque, entre otras razones, era obvio que se transformarían en un bumerán. Amnistía Internacional y otras organizaciones los atribuyeron directamente a los jefes de los chimeres. "¿Qué dice Amnistía Internacional sobre la congelación de los 600 millones de dólares por la comunidad internacional, con EE UU a la cabeza?", critica Petit.

"Si eres una organización que defiendes los derechos humanos universales, debes defenderlos. Y la primera violación que se ha hecho ha sido privar a Haití de los fondos para alimentar a su población, parea enviarla al colegio. Nunca Amnistía Internacional ha denunciado el bloqueo de fondos". Jonas Petit subraya que "todas las mañanas, en el país más pobre de América, niños y jóvenes mueren por enfermedades o desnutrición. Nadie los ve cuando se mueren. Éstas son las condiciones en que vivimos. ¿Por qué encarnecen tanto a Haití?".

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