Técnicos libios supuestamente vinculados al programa nuclear se formaron en España
Una firma vasca vendió maquinaria a la compañía de Dubai sospechosa de contrabando con Trípoli
Técnicos libios, supuestamente relacionados con el programa nuclear del coronel Muammar el Gaddafi, fueron instruidos en España entre 2000 y 2002, según informes coincidentes de los servicios de información malaisios y españoles. Los ingenieros, una docena en total, recibieron cursos de formación en el manejo de maquinaria para fabricar piezas de precisión que fue exportada por una compañía vasca a Dubai. La compra la hizo la empresa GTI, dirigida por el británico Peter Griffin, a quien se vincula con el contrabando de material nuclear para Libia.
Entre los años 2000 y 2002, una empresa con domicilio en el País Vasco exportó a Dubai, uno de los emiratos del golfo Pérsico, la maquinaria necesaria para montar un planta productora de piezas destinadas en teoría a la industria petroquímica y los astilleros. La operación está en el centro de las investigaciones internacionales sobre la red de tráfico de material nuclear para Libia por dos circunstancias: la identidad del comprador y la nacionalidad de los técnicos que acudieron a España para adiestrarse en el manejo de estos equipos.
La compañía que adquirió la maquinaria es Gulf Technical Industries (GTI), dirigida por el ciudadano británico Peter Griffin hasta que fue relevado por su hijo Paul. En octubre pasado, el buque alemán BBC China fue interceptado en el Mediterráneo cuando se dirigía a Libia con 14 componentes para la fabricación de centrifugadoras utilizadas en el enriquecimiento de uranio, un paso necesario para la fabricación de una bomba atómica.
A principios de febrero, el director de la CIA, George Tenet, reveló que los componentes habían sido producidos en Malaisia por Scomi Precision Engineering (Scope), una sociedad que preside Abdulá Kamaluddin, hijo del primer ministro malaisio. Scope negó conocer el uso y el destino final del material, pero atribuyó el pedido a la empresa GTI, con base en Dubai.
Paul Griffin ha negado estar involucrado en el tráfico de material nuclear para el régimen de Gaddafi, aunque admite que hace 18 años, en el curso de una boda, conoció a Abdul Qader Khan, el padre de la bomba atómica paquistaní y responsable, según su confesión, de la transferencia de secretos nucleares a Irán, Libia y Corea del Norte.
Visita a Bilbao
Las relaciones de su padre, Peter Griffin, con España, se iniciaron en 1999, cuando acudió a la Feria de Maquinaria de Bilbao. El empresario británico contactó con una empresa vasca, a la que pidió que coordinara la compra de maquinaria para montar una planta en Dubai. Tras sucesivas ofertas y contraofertas, que dieron lugar a varias visitas de Griffin, las exportaciones se realizaron a través de las aduanas de Barcelona y Valencia.
El contrato incluyó la celebración en España de cursos de formación en el manejo de la maquinaria para técnicos designados por GTI, que se celebraron en los años 2000, 2001 y 2002.
"Nos sorprendió", reconoce uno de los empresarios relacionados con la operación, "que, siendo la empresa de Dubai, todos los técnicos fueran libios. Preguntamos a GTI y nos contestaron que en el Golfo era normal recurrir a trabajadores extranjeros". El mismo empresario recuerda que algunos de los libios llegaron con visados de sólo 15 días, insuficientes para realizar el curso, por lo que fue necesario tramitarles una prórroga.
Según el informe de la policía de Malaisia, el objetivo de Libia era montar su propio taller de precisión, lo que le permitiría adaptar el material importado a las características de su programa nuclear. Para formarse en su manejo, Griffin envió a los técnicos libios a España.
Estas sospechas vienen avaladas por un documento de los servicios de información españoles, según el cual uno de los ingenieros libios que asistió al primer curso de formación en España se interesó por la adquisición de unos tornos de control numérico para su instalación en Trípoli.
Griffin y otros dos intermediarios, Friedrich Tinner, un ingeniero suizo que trabajó con el paquistaní Khan a mediados de los años ochenta, y su hijo Urs consiguieron importar a Dubai, a través de GTI, piezas por valor de más de tres millones de dólares entre diciembre de 2002 y agosto de 2003, según Malaisia.
La maquinaria española salió hacia Dubai, pero uno de los empresarios que intervino en la operación reconoce que no sabe si acabó en el golfo Pérsico o en Libia. "Aunque el contrato incluía los planos para la construcción de la planta, con la ubicación de cada una de las máquinas, la verdad es que no fuimos allí a verla. No era ésa nuestra función", concluye.
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