Almudena Grandes y Rosa Regàs apoyan el manifiesto promovido por Ceapa para sacar la religión de las aulas

La lucha por una escuela laica no es nueva. Numerosas organizaciones persiguen desde hace años esa idea que quebró el franquismo y que no ha devuelto la democracia. Pero quizá la vuelta ahora a las aulas de dos asignaturas que habrán de estudiarse obligatoriamente, la Religión o el Hecho Religioso, ha reavivado la reivindicación. La escritora Rosa Regàs se encargó de leer un manifiesto, firmado por numerosas asociaciones, en el que se pide que desaparezca la religión de la escuela. La Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Ceapa), laica desde su origen, ha sido la anfitriona de este proceso que tuvo su remate literario la semana pasada en el Ateneo de Madrid.

Almudena Grandes escribió para la ocasión un relato preñado de recuerdos de su infancia en la escuela de las monjas. No se le escapó un detalle de aquel mundo sórdido que martirizó a la niña que ella fue. En nombre de aquella criatura "que recibió una educación que no se merecía", en el de la mujer que es ahora y en el de sus hijos prometió desobediencia civil ante la vuelta de la religión a la escuela.

En dicho acto, que es el inicio de una campaña activa de información y búsqueda de apoyos que podría completarse con manifestaciones en la calle, participó también Gonzalo Puente Ojea, presidente honorario de Europa Laica. Hizo un discurso de corte filosófico en el que defendió el concepto de laicismo frente a la palabra laicidad, un movimiento democrático frente a una palabra vana que no es más que la sustantivación del adjetivo laico, argumentó. Tomó la palabra también la presidenta del Sindicato de Estudiantes, Miriam Municio, y un representante de los profesores que lamentó tener que impartir "doctrina". Apoyan esta campaña laica sindicatos como STES y CGT y los Movimientos de Renovación Pedagógica, entre otras muchas organizaciones.