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Annan desaconseja la celebración de elecciones en Irak antes del 30 de junio

El secretario general de la ONU apoya, por primera vez, el calendario propuesto por EE UU

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, confirmó ayer que Irak no podrá celebrar elecciones generales antes del 30 de junio, fecha en la que EE UU quiere traspasar el poder a un Gobierno provisional. En los próximos días, Annan, que se ha convertido en el árbitro del proceso político, debería proponer a las partes una serie de alternativas, incluida la de ampliar el actual Consejo de Gobierno, para facilitar una transición pacífica. El máximo líder religioso chií, que representa al 60% de la población, había exigido elecciones previas frente al sistema de selección indirecta propuesto por EE UU.

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"Debemos encontrar un mecanismo para crear un Gobierno provisional y después preparar elecciones en un futuro cercano", dijo Annan, que ayer compareció junto a su asesor Lakdar Brahimi ante los embajadores de los 46 países, incluido España, que componen el llamado grupo de amigos de Irak.

El secretario general no adelantó detalles sobre las posibles alternativas, pero, por primera vez, respaldó el calendario estadounidense. "El consenso es que las elecciones no pueden celebrarse antes de finales de junio, pero la fecha del 30 debe respetarse para el traspaso de poderes". Hace unos días se contemplaba la posibilidad de retrasar todo el proceso. Pero ahora, a instancias de Washington, se mantienen los plazos iniciales, "no porque nos convenga, sino porque se ha convertido en un día simbólico para los iraquíes", comentó un diplomático estadounidense.

En Bagdad, el administrador, Paul Bremer, también insistió en las mismas fechas, pero indicó que "se pueden considerar cambios" y que "existen docenas de formas de llevar a cabo la tarea complicada" del traspaso de poderes, aunque evitó ser más preciso.

Con tal de conservar su calendario, Estados Unidos está dispuesto a mostrar una cierta flexibilidad en la transición. ¿Hasta dónde llegará? Tras la reunión informal de ayer, Brahimi ultimará los detalles de su informe y se lo entregará a Annan en los próximos días. La ONU aconsejará varias alternativas y ofrecerá su asesoramiento, pero el acuerdo final deberá ser renegociado entre iraquíes y estadounidenses.

"Debemos aclarar a quién se entrega el poder el 30 de junio y cómo", resumió un diplomático. Se barajan diferentes opciones: la de ampliar el actual Consejo de Gobierno para convertirlo en un órgano más representativo o crear una asamblea similar a la Loya Jirga afgana. En todo caso, estos Gobiernos interinos tendrían una existencia limitada, hasta la celebración de elecciones generales, quizá a finales de este año o principios de 2005. Brahimi se mostró a la vez cauto y optimista. "La situación en Irak es peligrosa y muy complicada", dijo ante las 46 delegaciones reunidas en una de las salas subterráneas de la sede de Nueva York, "la ONU no puede hacer milagros". Sin embargo, ante las cámaras fue más entusiasta. "Naciones Unidas reanudará su trabajo en el proceso político, antes del 30 de junio y después, cuando se devuelva la soberanía a Irak".

Los chiíes, la comunidad que más ha pedido la celebración de elecciones directas, parecían ayer aceptar las primeras conclusiones de Annan. "No tenemos problemas con la idea de un Gobierno provisional a condición de que las elecciones se celebren antes de octubre de 2004", declaró a la agencia Reuters Ahmed Shaker al Barrak, miembro del actual Consejo de Gobierno, tras hablar con el líder espiritual chií, Alí al Sistani.

El Consejo de Seguridad ha sido el gran ausente de estas conversaciones. El formato del grupo de amigos elegido por Annan ha permitido diluir la importancia del órgano decisorio de la ONU ante EE UU. Muchos en Washington, sobre todo en el Pentágono, prefieren de momento mantener al margen a ese Consejo que tantos quebraderos de cabeza le dio antes de la guerra y tratar directamente con el secretario general. Pero el Consejo no tira la toalla. "No participamos en los acuerdos del 15 de noviembre entre EE UU y los iraquíes; tampoco vamos a hacerlo ahora", indicó un diplomático de uno de los países miembros. "Por ahora no hay necesidad de una nueva resolución. Sin embargo, cuando la ONU asuma un papel más importante este verano, entonces sí deberíamos empezar a tomar decisiones", añadió.

Líderes tribales suníes, en una reunión celebrada ayer en Bagdad.
Líderes tribales suníes, en una reunión celebrada ayer en Bagdad.REUTERS

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