"He pasado horas y horas delante del cuadro de Vermeer"

Cuántas veces? Más que de veces, tengo que hablar de horas. He pasado muchas, muchas horas delante del cuadro de Vermeer. Me quedé inmóvil allí delante casi todo un día. Volví otra mañana y otra tarde y de nuevo otra mañana. Lo he admirado y he aprendido mucho delante del cuadro. No sé si luego influyó en la película, quizá sí, pero lo que está claro es que me sirvió mucho. Vi cómo los japoneses admiran el cuadro como si estuvieran delante de un icono religioso, mientras que los norteamericanos apenas se paran ocho segundos". Todo un placer y un sueño para un historiador del arte reconvertido ahora en director de cine. Peter Webber debuta como realizador de largometrajes de ficción con La joven de la perla, una bellísima película basada en la novela del mismo título de Tracy Chevalier, que protagonizan Scarlett Johansson y Colin Firth y que se estrena hoy en España. La joven de la perla, candidata a tres oscars de la Academia de Hollywood (fotografía, dirección artística y vestuario), descubre el misterio que se encuentra tras los enigmáticos cuadros del maestro holandés Johannes Vermeer (1632-1675).

"Pensé que Scarlett Johansson iba a ser una pesadilla y me equivoqué"

"Un director no se hace en su casa, necesito rodar para aprender muchas cosas"

La luz, la composición, las relaciones entre el pintor y su musa, la fantasía y la realidad son los elementos de esta película, que a Webber le llegó de pura casualidad. Lo explicó el propio director el martes pasado en Madrid, adonde viajó a promocionar el filme. "Fue el productor [Andy Paterson] quien me escogió. Yo había trabajado en varios proyectos con él para la televisión y como montador de sus películas. Teníamos un proyecto en mente, muy político, sobre la Baader Meinhof [la banda terrorista alemana], pero tras los acontecimientos del 11-S nos dimos cuenta de que no había mercado para una película de este tipo. Un día me acerqué a la productora de Andy y nada más entrar vi colgada en la pared una copia del cuadro La joven de la

perla. Me puse a comentar el cuadro con un compañero de la productora sin darnos cuenta de que Andy nos estaba oyendo. A Andy, que tenía comprados los derechos de la novela de Chevalier y una primera escritura del guión, también se le había caído este proyecto después de haber contado con Mike Newell [director de Cuatro bodas y un

funeral] y Kate Hudson. Cuando me oyó hablar sobre el cuadro me largó el guión. Nadie había pensado en mí, porque suelo tocar temas muy duros y contemporáneos".

En ese momento empezó para Webber una nueva profesión, que espera continuar y de la que quiere aprender todo. "Salvo excepciones como Almodóvar, los directores tienen una vida cinematográfica rica que dura al menos 10 años. Yo llevo sólo seis meses, así que me quedan nueve años y medio, y los quiero aprovechar. Un director no se hace en su casa; necesito rodar para aprender muchas cosas".

La joven de la

perla, que consiguió el premio a la mejor fotografía para Eduardo Serra en el último Festival de San Sebastián, narra la secreta relación entre una joven criada, Griet (Scarlett Johansson), y Vermeer (Colin Firth), cuando ella entra a trabajar en la casa familiar del pintor en Delf, Holanda, en 1665. Vermeer descubre la intuición de la joven para comprender la luz y el color, y lentamente la va introduciendo en los misterios de la pintura, en medio de un ambiente familiar asfixiante.

La pretensión de Webber en este viaje al siglo XVII fue realizar una película lenta, tranquila. También muy documentada. Webber cuidó hasta el más mínimo detalle para recrear la atmósfera y las pinturas del maestro flamenco. Viajó muchas veces por Holanda en busca de vasijas, boles y trajes de época. Algo quizá más propio de un director artístico, pero es que Webber, a modo casi de disculpa, asegura que "para poder dirigir a un equipo tienes que saber cuál es su trabajo". Tan exhaustivo fue el estudio de la época que Webber estuvo con Colin Firth, el actor que da vida al pintor, en un molino donde se lleva a cabo el proceso de elaboración de las pinturas tal cual se realizaba en el siglo XVII.

La joven de la perla y Lost in translation, de Sofia Coppola, comparten una misma protagonista femenina, la joven de 19 años Scarlet Johansson, que se ha convertido en muy poco tiempo en toda una actriz de peso. Webber tiene palabras de respeto y alabanza hacia Sofia Coppola -"no me voy a quedar corto en alabar la película de Coppola, porque se hacen pocos trabajos así; si acaso, tengo que confesar que siento celos de Sofia"- y cree que la coincidencia de Johansson en ambos filmes no tendrá más que beneficios para el suyo. Sobre su fama de actriz algo complicada, Webber no lo niega totalmente y la disculpa porque, dijo, "llegó a nuestro rodaje sólo 10 días después de haber acabado el de Coppola y llegó muy cansada". El director decidió mimarla y cuidarla mucho. "Pensé que iba a ser una pesadilla y me equivoqué", aseguró Webber, quien confesó que sólo tuvo un altercado con la joven actriz cuando ella, que cumplió 18 años en el rodaje, no paraba de mascar chicle durante los ensayos. "Le pedí perdón por mi grito y ahí terminó todo el problema".

No sabe todavía cuál será su próximo proyecto. Se debate entre una película británica de bajo presupuesto sobre un "ladronzuelo" o una gran producción americana en Nueva York. Hará la que primero consiga financiación. Sin olvidar, apunta, la historia que le ronda sobre la Baader Meinhof.