Cinco países europeos rechazan llevar policías en todos los aviones

La cumbre informal de dos días de los ministros de Interior de los cinco grandes países de la UE (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España), que concluyó ayer en la estación invernal del sur de Alemania de Garmisch-Partenkirchen, no considera conveniente colocar de forma sistemática guardias armados en los vuelos comerciales.

El ministro del Interior de Alemania, el socialdemócrata Otto Schily, no está de acuerdo con el sistema de definir el grado de amenaza terrorista según un sistema de colores, tal como se realiza en Estados Unidos, y se decantó a favor de estudiar caso por caso las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de los vuelos.David Blunkett, ministro del Interior británico, matizó: "Las autoridades y las líneas aéreas tienen que proteger a los pasajeros. Habrá que analizar las fuentes y los peligros, ver si son creíbles y adoptar las medidas adecuadas. Estados Unidos se siente inseguro por la experiencia del 11-S y es nuestro deber garantizar la seguridad de los ciudadanos". Schily añadió que en Alemania se examina cada caso y se adoptan las medidas adecuadas. "Puede ser que se llegue a informar de un peligro a una determinada infraestructura o incluso a la opinión pública. Lo hacemos siempre según cada caso. Hemos tenido buenas experiencias, y así lo mantendremos en el futuro".

El ministro del Interior de Francia, Nicolas Sarkozy, recalcó que no puede generalizarse el empleo de sheriffs del cielo "en todos los vuelos, en todas las compañías y en todo momento", y añadió que "no sería posible desde el punto de vista del personal disponible y sería contraproducente".

Para Sarkozy, esto puede ser útil, pero a partir del análisis de cada caso y según las informaciones recibidas. Sarkozy prefiere negociar con "nuestros amigos americanos. No se trata de demonizar todo un principio, sino de lograr una respuesta adecuada en el momento adecuado". Afirmó que es preferible un vuelo de menos que uno de más, "la seguridad de los ciudadanos se mide por los resultados y eso es lo que nos interesa. El resto son palabras".

El objetivo de la cumbre de Garmisch, la tercera en su género tras las celebradas en Jerez de la Frontera y La Baule (Francia), era intensificar la cooperación policial entre los cinco grandes países de la UE y ponerse de acuerdo en medidas operativas. Las cuestiones tratadas en el encuentro concluido ayer fueron el fortalecimiento de la Europol (Policía Europa) y, en concreto, el intercambio de datos y la conexión para su transmisión. Se trata de llegar a análisis comunes sobre los peligros existentes en Europa. Se trató también de perfeccionar el sistema de búsqueda de delincuentes y del procedimiento para proceder con las listas de pasajeros y la cooperación con otros países fuera de la UE.

Sobre los métodos para constatar con certeza la identidad de los ciudadanos se intenta avanzar en el uso de datos biométricos para identificar a las personas. Estos días se ha puesto en marcha en el aeropuerto de Francfort un mecanismo para identificar a los viajeros por el iris del ojo. El ministro del Interior de España, Ángel Acebes, dijo ayer: "Nosotros ya hemos hecho los deberes en este terreno" y mencionó los nuevos DNI que llevan incorporado un microchip con las huellas dactilares de dos dedos y el rostro del portador.

A propuesta de Sarkozy, los cinco de Garmisch estudiaron la posibilidad de que en los casos de repatriación de emigrantes ilegales o delincuentes, uno de los países negocie en nombre de los restantes con aquellos Estados con los que no haya acuerdos de repatriación. Estos mandatos negociadores serían para aquellos casos en que, por parte de la UE, no exista un acuerdo de rango europeo. Acebes destacó la importancia de transmitir e intercambiar informaciones sobre las listas de pasajeros para luchar contra la emigración ilegal y el terrorismo.