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"La gerencia tiene como rehenes a los pacientes y a los trabajadores"

Los gestores de la clínica de la Concepción estuvieron reunidos ayer hasta pasadas las once de la noche con los representantes de los trabajadores en huelga y la empresa Eurolimp, que tiene adjudicada la contrata de limpieza. La finalización de ese contrato, el próximo 1 de marzo, es el motivo que esgrime la gerencia del centro hospitalario para asumir directamente las tareas de limpieza.

Pero esa decisión no tendría, en sí misma, por qué abocar a un conflicto que puede paralizar la actividad de un hospital que tiene concertada con el Imsalud la asistencia médica a una población cercana a las 300.000 personas. El problema radica en que la empresa norteamericana que gestiona el centro mantiene que puede realizar las labores de limpieza con menos personal que Eurolimp. Se niega, por tanto, a subrogar los contratos de los 155 trabajadores que esa empresa tiene asignados a la Fundación Jiménez Díaz. Una subrogación obligada por el convenio que rige las condiciones laborales de los trabajadores de limpieza de edificios y oficinas.

En la última oferta, tras mediar la Direccción General de Trabajo y el respaldo de la patronal a la obligatoriedad de respetar el convenio, la gerencia del centro se avino a contratar al 50% de los trabajadores. Eurolimp, por su parte, subrogaba el contrato del 50% restante, asignándoles destinos provisionales. La propuesta fue rechazada mayoritariamente por la asamblea de trabajadores por considerar que las empresas no respetaban las condiciones de antigüedad, salarios y turnos de parte de los trabajadores. Eurolimp, que tiene asignada también la limpieza del hospital de Alcorcón, ofreció "sólo posibles puestos en ese centro, pero sólo a media jornada", explicaba ayer José José Ricardo Martínez, secretario general de UGT-Madrid.

Encuentro

Martínez, que visitó ayer la clínica de la Concepción, coincidió mientras recorría el centro con la defensora del paciente, Margarita Retuerto. Durante el encuentro le pidió que intermediara con la dirección y la comunidad para poner fin al conflicto.

"En Madrid son constantes los cambios de contrata y no pasa nada. Este conflicto se debe a que la gerencia tiene como rehenes a los trabajadores y los pacientes como medida de presión para aumentar el coste del contrato con el Imsalud", afirmó tajante el secretario general de UGT.

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La empresa norteamericana IDC se hizo cargo del centro tras una crisis en la que la Fundación Jiménez Díaz se declaró en quiebra técnica. Martínez exigió que el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, se persone en el centro y fuerce a la empresa a llegar a un acuerdo con los trabajadores. "Hasta ahora la limpieza la han hecho 155 personas, y nosotros pensamos que son necesarios los 155. La empresa quiere prescindir de 78 porque necesita su salario para engordar la cuenta de beneficios", concluyó Martínez.

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