Los robots marcianos han avanzado ya decenas de metros
'Opportunity' halla pequeñas esferas en el cráter en el que cayó
Spirit ha superado sus problemas informáticos y avanza ya por la superficie de Marte con seguridad, mientras que Opportunity todavía está en el interior del pequeño cráter en el que cayó, aunque ya ha estudiado su primera piedra. Los dos robots gemelos que llegaron a Marte el pasado mes de enero han avanzado decenas de metros en conjunto, pero no han encontrado todavía datos concluyentes de la presencia de agua abundante en el pasado.
Situados en lados opuestos del ecuador marciano, a miles de kilómetros el uno del otro, Spirit y Opportunity están ya trabajando en serio como robots geológicos. Tras horadar el pasado sábado un pequeño agujero (de 4,5 por 0,25 centímetros) en una roca con una herramienta, Spirit ha confirmado, con sus instrumentos de análisis, que está formada por basalto, de origen volcánico. Una vez terminado el estudio, el robot pasó por encima de la roca en dirección a un cráter situado a unos 250 metros, al que tardará en llegar varias semanas. Por primera vez, el todoterreno utilizó para esa maniobra su capacidad autónoma de navegación y avanzó unos seis metros. Luego, en su última maniobra, Spirit ha avanzado 21 metros, todo un récord de distancia por ahora.
Los satélites en órbita de Marte han permitido fijar la situación de cada robot e incluso fotografiar el Opportunity en su pequeño cráter. Las coordenadas son 1,95 grados sur y 354,47 grados este para Opportunity y 14,57 grados sur y 175,47 grados este para Spirit, informa la NASA.
Mientras tanto, Opportunity ha aprovechado que dentro del cráter de 22 metros de diámetro en el que se encuentra afloran algunas rocas del gran conjunto que observó el mismo día en que alcanzó Marte, el pasado 25 de enero. Sin salir todavía del agujero, de unos tres metros de profundidad máxima, se trasladó en los últimos días unos cuatro metros para aproximarse a la roca. También, al subir ligeramente por la pendiente, pudo mirar por encima del borde y fotografiar su paracaídas y escudo de protección que están situados a unos 440 metros de donde terminó tras dar 26 botes protegido por cojines de aire. Ayer y hoy recorre el cráter haciendo fotos y tomando datos.
Los conductores del robot están examinando el terreno en que se encuentra Opportunity con mucho cuidado antes de atreverse a hacerle salir, porque ya ha resbalado varias veces. Es un terreno muy suelto, sembrado de pequeñas esferas grisáceas que están también incrustadas en los delgados estratos en avanzado grado de erosión que forman la única roca estudiada hasta ahora. Pueden tener un origen volcánico o ser consecuencia del impacto de un meteorito, pero los científicos han descartado ya un origen biológico.
Mientras tanto la ESA anunció ayer que da por perdida la pequeña sonda Beagle que no dio señales de vida a su llegada a Marte, prevista para el día de Navidad, tras soltarse de la nave europea Mars Express, que trabaja con normalidad en órbita del planeta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.