El fiscal registra un descenso de 1.000 denuncias por violencia doméstica

Los delitos y faltas relacionados con violencia en el ámbito de la familia registrados por la fiscalía de Valencia descendieron en más de un millar en 2003 respecto de las cifras del año anterior. Mientras en 2002, la fiscalía especializada contabilizó 983 delitos y 878 faltas, lo que supone un total de 1.861, el pasado año registró 404 relativas a delitos y 408 a faltas, lo que significa un total de 812, es decir 1.049 menos.

Entre enero y diciembre de 2003, el área de violencia doméstica de la Fiscalía de Valencia incoó diligencias en 4004 casos de supuestos delitos de violencia doméstica. De ellos, sólo 77 tuvieron una calificación de los mismos, diez casos obtuvieron un fallo judicial condenatorio y en cuatro casos hubo conformidad, el resto quedó pendiente de resolver. Y contabilizó 408 denuncias por supuestas faltas, de las que hubo condena en 25 casos y conformidad en tres, el resto también quedó en situación de trámite a 31 de diciembre.

Uno de los datos más importante, según la fiscalía, es que 40 de las calificaciones se refirieron a maltrato habitual, es decir se habían producido ya tres episodios previos de agresión, lo que en sí mismo ya es un delito al margen de que se produzca una nueva agresión. En este supuesto, la fiscalía recibió 27 denuncias pero el resto hasta 40 fueron actuaciones de oficio, a instancia de la propia fiscalía al descubrir los antecedentes.

El informe recoge que fueron víctimas 505 mujeres y 63 hombres, y que los agresores fueron 483 y 35 las mujeres. Hay víctimas y agresores que son protagonistas de más de una denuncia. Eso significa, según recoge el informe anual, que 770 agresores tuvieron más de una denuncia (448 tienen dos, 146 acumulan tres, 76 han sido denunciados en cuatro ocasiones y 40 han protagonizado cinco o más episodios de agresión doméstica).

El registro de la fiscalía se nutre de la información que cada juzgado remite sobre los casos de violencia doméstica, o bien de la información que particularmente cada fiscal pueda trasladar. Tiene como ámbito la provincia de Valencia, con los distintos partidos judiciales que la conforman, y es distinto al registro Vida que el decanato de los juzgados de Valencia tiene. Eso explica que las estadísticas no coincidan. La diferencia es tal que mientras se cifran en más de 220 las órdenes de protección por violencia doméstica dictadas desde que entrara en vigor el nuevo protocolo judicial, que pretende proteger a las víctimas y agilizar los procedimientos a modo de juicio rápido, la fiscalía tiene recogidas nueve, de las que calificó en siete casos, y de los que consta que hubo una conformidad.

El informe de la fiscalía de Valencia, cuyo registro al igual que el Vida no está homologado por el Ministerio de Justicia -ya que en la propia Ciudad de la Justicia y ante los responsables de la consejería autonómica anunciaron la creación de un nuevo registro único para toda España que partirá de cero y que aún no funciona- y recoge que 40 de las víctimas del pasado año tenían menos de 40 años; 172 estaban entre los 18 y los 30 años; 258 tenían entre 31 y 50 años; y 52 superaban los 50 años.

El perfil de los agresores, en lo que a edad se refiere, tenía menos de 18 años en once casos; entre 18 y 30 en 112; entre 31 y 50 años en 249 episodios de violencia; y más de 50 en 37 casos.

La fiscalía, que tiene establecido un sistema para seguir la ruta judicial de la denuncia que registra o de la actuación de oficio que en materia de violencia doméstica decide emprender, contabilizó el pasado año 25 retiradas de denuncia por parte de la víctima o bien en el momento inmediatamente posterior al atestado que las fuerzas y cuerpos de seguridad hacen o en la comparecencia en el juzgado.