35 muertos al estrellarse un avión iraní

Al menos 35 personas murieron ayer al estrellarse un avión iraní de la compañía privada Kish cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto de Charjah, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), según informaron fuentes oficiales. En el aparato viajaban unas 40 personas, entre ellas un niño, según fuentes de la Organización de Aviación Civil de Irán. La agencia de noticias emiratí WAM informó de que al menos dos personas permanecen ingresadas en el hospital de Al Qasimi, en Charjah, en estado grave.

En el aparato viajaban inmigrantes de Filipinas, Irán, Egipto, Nepal, India y Nigeria afincados en los EAU. Kish es una pequeña isla iraní cerca de las costas de los emiratos a la que viajan muchos extranjeros que necesitan dejar el país para tramitar el cambio de visado y volver a entrar en los emiratos con uno nuevo.

El avión siniestrado era un Fokker de fabricación holandesa con capacidad para 50 pasajeros. Testigos del accidente aseguraron que el aparato se estrelló en torno a las 11.00 hora local (8.00, hora peninsular española). El avión, que había salido de la isla iraní de Kish hacia el aeropuerto de Charjah, se estrelló, por causas hasta el momento desconocidas, antes de alcanzar la pista de aterrizaje.

El director general del Departamento de la Aviación Civil de Charjah, Ganim al Hajiri, dijo que la torre de control del aeropuerto no recibió ninguna llamada de socorro del avión iraní antes de estrellarse. Al Hajiri aseguró que la comunicación entre la torre de control y el avión fue normal y que no hubo señal alguna de que el capitán del aparato hubiese detectado problemas mecánicos.

La emisora estatal de televisión de Charjah mostró imágenes del fuselaje del aparato en llamas y de los equipos de socorro que acudieron al lugar del siniestro.

Las cajas negras del avión iraní fueron halladas anoche y enviadas a la Organización de Aviación Civil de EAU para analizar su contenido. Las líneas aéreas iraníes poseen una larga lista de accidentes, el último de ellos el pasado mes de junio, cuando un avión militar de transporte C-130 se estrelló a las afueras de Teherán, causando la muerte de sus siete tripulantes. En febrero del pasado año, 276 personas, la mayoría de ellas del cuerpo de élite iraní de la Guardia Republicana, murieron al caer en el sureste de Irán un avión Ilyushin-76 de fabricación rusa.

La precariedad en el mantenimiento de los aparatos iraníes ha sido atribuida por el régimen de Teherán a las sanciones impuestas por EE UU sobre la industria aeronáutica. Irán asegura que estas sanciones le impiden reparar los aparatos por carecer de las piezas necesarias.