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Chirac y Schröder quieren lograr una Constitución europea antes de fin de año

Francia y Alemania tratan de formar una 'troika' con el primer ministro británico

El presidente francés, Jacques Chirac, y el canciller federal alemán, Gerhard Schröder, reafirmaron ayer en Genshagen, tras un encuentro informal en un palacio en las cercanías de Berlín, que mantienen posiciones "exactas" sobre la Constitución europea que deberá basarse en el proyecto aprobado por la Convención con la doble mayoría para la toma de decisiones. Ambos líderes quieren un acuerdo en la UE antes del final de la presidencia irlandesa (antes del 1 de julio), pero "no a cualquier precio". La solución tiene que llegar antes de fin de año, dijo el presidente francés.

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Francia y Alemania sostienen lo que establece el proyecto de Constitución para la toma de decisiones en la futura UE ampliada: el 50% de los países miembros y 60% de la población.

En contra de esta posición, España y Polonia insisten en aferrarse a lo acordado en la cumbre de Niza que dio una cantidad de votos mayor a estos dos países medianos. También en política internacional, en especial sobre Irak, las posiciones de Francia y Alemania son "rigurosamente idénticas", según declaró Chirac.

Para corroborar esa identidad reafirmada ayer en Genshagen, Schröder salió por la tarde hacia Irlanda donde estaba previsto un encuentro con el presidente del Consejo Europeo, Bertie Ahern, en el que el canciller alemán asumía la representación de Francia. Chirac dijo que Schröder "hablará tanto en nombre de Francia como de Alemania" con el primer ministro de Irlanda. El presidente francés declaró que se debería llegar a un acuerdo sobre la Constitución europea durante la presidencia irlandesa, hasta el 30 de junio, si es posible, pero "no a cualquier precio". La solución tiene que llegar antes de fin de año, dijo.

La formación de un directorio franco-alemán en la UE toma cada día más cuerpo con la perspectiva de convertirse en una troika, si el primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, acaba sumándose al dúo reunido en Genshagen. Los tres tienen prevista una reunión el día 18 en Berlín y este jueves, Blair acudirá a una cena en Berlín con Schröder para preparar la cumbre.

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El tono grave y los gestos serios, casi de funeral, de Schröder y Chirac ayer en Genshagen no coincidían con las declaraciones amorosas de los dos dirigentes ni con sus bromas delante de los fotógrafos antes de la reunión. Schröder mencionó la "estrecha amistad" y "ricas experiencias humanas" que ayudan a progresar a los dos países y mejorar la posición de Europa en el contexto internacional.

Además de la Constitución, Francia y Alemania están del todo de acuerdo en la posición que asumirán ante la financiación futura de la UE. Schröder se remitió a la carta en la que los países contribuyentes netos proponen no elevar sus aportaciones y no destinar más del actual 1% del presupuesto a pesar de la ampliación de la UE.

El mensaje lanzado a los díscolos, España y Polonia, queda claro. La discusión sobre la futura Constitución de la UE y la financiación van juntas. No parece que los pagadores estén dispuestos a abrir los bolsillos y mucho menos cuando los beneficiarios principales de esos fondos europeos serían los que ahora se oponen a la hegemonía de los dos o tres grandes.

En el punto de posible fricción entre París y Berlín, la tentativa de adquisición hostil puesta en marcha por el consorcio farmacéutico francés Sanofi contra el alemán Aventis, Schröder y Chirac han optado por barrer debajo de la alfombra y evitar que les rompa el idilio. La doctrina oficial propagada ayer es: "Se trata de una cuestión de empresas privadas en la que los Gobiernos no tienen que intervenir". Chirac intentó tranquilizar a los que se asustan ante la OPA hostil de Sanofi y aseguró que los 9.000 puestos de trabajo en Alemania están garantizados y también el mantenimiento de los centros de investigación que se encuentran en los alrededores de Francfort.

Schröder repitió la tesis de que se trata de un asunto empresarial y no de Gobierno, pero fue más lejos al declarar que en principio le parece bien que se forme un consorcio franco-alemán para trabajar juntos en Europa y en el mercado mundial, pero ese acuerdo debe lograrse de forma amistosa.

La coincidencia entre Francia y Alemania sobre los puntos de crisis mundiales, Afganistán e Irak, es absoluta y alabaron "la cooperación estrecha y amistosa". La posición sobre Irak es "rigurosamente idéntica", dijo Chirac. En Afganistán examinarán la posibilidad de un compromiso mayor con el Eurocuerpo en agosto y la posibilidad de enviar la brigada franco-alemana.

Schröder (izquierda) y Chirac bromean en su encuentro de ayer.
Schröder (izquierda) y Chirac bromean en su encuentro de ayer.REUTERS

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