El PSOE pospone de cuatro a ocho años sus ofertas en educación y gasto social
El comité federal aprueba por unanimidad el programa, con ajustes por razones económicas
La pretensión inicial del PSOE de llegar al gasto medio de la Unión Europea en educación y en gasto social en cuatro años se amplía a ocho, es decir, dos legislaturas, ante la enorme distancia que hay entre este país y los comunitarios. El comité federal del PSOE aceptó ayer esta restricción y dio el aprobado unánime a la oferta electoral de los socialistas. Hay recortes pero también nuevas ofertas como la garantía de habitación individual en el Sistema Nacional de Salud para enfermos graves y la ampliación de las oficinas de farmacia, entre otras. La unanimidad alcanzó a la propuesta fiscal.
El ritual del PSOE para aprobar sus programas llegó ayer a su fin aunque todavía puede haber un paso más con la presentación, en vísperas de la campaña, del programa en una acto ya puramente electoral. Pero ayer el comité federal del PSOE dio el visto bueno por unanimidad al programa que ha coordinado Jesús Caldera y por el que ha obtenido todo tipo de parabienes. Caldera ha aceptado la mayoría de las enmiendas presentadas y en este clima de amplitud de miras el comité federal no puso ayer objeciones a las restricciones o cambios a la baja que ha registrado el texto inicial.
Las instrucciones del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, respecto a que este no es un programa electoral sino de gobierno ha llevado a Caldera a extremar el realismo y a poner los pies muy en la tierra. Mucho ha tenido que ver igualmente en los recortes el responsable del capítulo económico, Miguel Sebastián, que ha puesto números a las propuestas.
La equiparación del gasto social y de Educación a la media europea en cuatro años es lo que se ha caído del programa. El objetivo se amplía a ocho años toda vez que en gasto social la diferencia es de más de siete puntos por lo que resulta imposible remontar esa diferencia en tan poco tiempo. Los miembros del comité federal lo comprendieron y no pusieron objeciones. "Hemos hecho unos pequeños ajustes para que el programa sea sostenible y financiable y, aunque mantenemos los objetivos, se alargan un poco los plazos por los costes", explicó Caldera.
Los responsables del programa social, que depende de la secretaria de políticas sociales y migratorias, Consuelo Rumí, junto al coordinador de ese bloque, Ramón Jáuregui, precisan que el concepto de gasto social es amplísimo y abarca desde la protección al desempleo, protección social con todas las políticas de ayuda a la personas dependientes, sanidad y familia. Por tanto, algunos de estos capítulos sí se cumplirían en la primera legislatura y otros tendrían que esperar. El programa social es tan ambicioso que sigue siendo el asunto estrella del programa de Zapatero, sobre todo, en la propuesta de crear "el cuarto pilar del Estado del bienestar". Y precisamente en este capítulo es donde Zapatero se guarda todavía algunas medidas para lanzarlas en plena campaña. El comité federal admitió ayer, a petición de Caldera, que haya unas cuantas novedades que no figuran en el programa ayer aprobado.
"Es un programa para todos los ciudadanos de este país y se ha contado para hacerlo con muchas personas que no son del PSOE", dijo Zapatero. El líder socialista recordó que el candidato del PP, Mariano Rajoy, había apuntado esa realidad como un "reproche". "Es verdad, hemos acudido a personas de la sociedad, a expertos de todo tipo y condición, de organizaciones sociales que evidentemente hacen un trabajo en pro de este país; todas personas que comparten valores de progreso; es un programa del PSOE pero es bastante más que el programa del Partido Socialista", dijo Zapatero.
Listas de espera iguales
Sólo cuatro miembros del comité federal pidieron ayer la palabra para apostillar o preguntar. Entre ellos, dos notables, o miembros del equipo de los diez asesores de Zapatero. Magdalena Álvarez, sobre fiscalidad, y el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, pidiendo que los plazos para las listas de espera en los hospitales fueran iguales en toda España. El programa electoral sitúa el tiempo para las intervenciones quirúrgicas programadas en 45 días. Zapatero animó a Ibarra a que hablara de su tarea como gobernante, que alabó, y que criticara al PP. En el fondo era una forma de decirle a él y a todos los demás que de aquí a las elecciones del 14 de marzo se abstengan de ahondar en posibles contradicciones internas
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