González augura un conflicto de convivencia territorial en dos años si sigue gobernando el PP

El esqueleto del discurso de Zapatero lo retomó Felipe González en el coloquio posterior a la conferencia, para meter una fuerte carga de dramatismo y de preocupación sobre la situación de España y su inevitable empeoramiento si continúa el PP en el Gobierno. "Estas elecciones marcarán un hito histórico, porque en dos o tres años llegará la crisis y el estrepitoso fracaso para la convivencia a que nos lleva este Gobierno", dijo el ex presidente.

Y continuó en esta línea en relación con la política territorial y el enfrentamiento actual entre constitucionalistas y nacionalistas en el País Vasco. Pero González extendió el peligro al resto de España. "Este Gobierno, si continúa, nos va a llevar a un callejón sin salida en un plazo de dos años; hay un conflicto territorial en ciernes y resulta que al timón hay unos irresponsables".

El primer problema, por tanto, para González, es la tensión territorial que vive España. Después, la política exterior y, por último, el retroceso tecnológico y las bases débiles sobre las que se sostiene la economía española.

En política exterior, el ex líder del PSOE expresó una especial preocupación por la situación en Irak, pero se permitió alguna ironía. "Me dice mi amigo Narcís Serra que si de verdad se hubiera tenido constancia de que había armas de destrucción masiva no hubiera habido guerra".

'Aserejé' y sus medallas

González relató a su manera que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, van a echar la culpa a los servicios de inteligencia. "Pero Aserejé no se basa en los servicios de inteligencia, sino que un amigo se lo contó", dijo en referencia al presidente José María Aznar.

Según González, en muchas partes del mundo le preguntan qué ha recibido España por apoyar esta guerra. "Y no sé qué contestar, además de que le han dado una medalla y otra por si se le pierde", dijo de nuevo en referencia a la condecoración que va a recibir Aznar del Congreso norteamericano. A la broma le siguió una frase rotunda: "Hemos retrocedido 50 años en la autonomía de nuestra política exterior".

El tercer punto de González se refirió al retroceso en la revolución tecnológica de España.

El ex presidente trató de hacer estas durísimas apreciaciones en su condición de hombre "libre", y en absoluto como un dirigente de su partido, a pesar de que se siente muy agradecido porque los suyos le siguen "queriendo". "Yo voy, si se permite el símil, en la cabina de un avión, y veo las luces rojas. Los demás de momento no lo ven, en parte por la propaganda del Gobierno", dijo en palabras muy similares a las que había empleado previamente Zapatero, para justificar por qué los ciudadanos siguen respondiendo en las encuestas que seguramente volverá a ganar el PP.

"Veo las luces rojas y el plazo es corto si no se toman medidas; si no se hacen, cuando el pasaje se dé cuenta nos precipitaremos a tierra a toda leche", dijo González. Enseguida aseguró que él se "traga" su "impaciencia de activista pragmático".

Pasadas las once de la noche,nadie había hablado de Cataluña, salvo un invitado que recordó a Zapatero que en la conferencia se había declarado socialista y no nacionalista. El interlocutor le preguntó "cuál de las dos cosas" son Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat de Cataluña, y José Montilla, primer secretario del PSC. "Socialistas, por supuesto", respondió Zapatero.

González sí habló del dirigente de Esquerra Republicana de Catalunya, Josep Lluís Carod, que ha abandonado el Gobierno catalán a petición de Maragall por haberse entrevistado con la cúpula de ETA. "Yo no conocía a esta criatura, pero seguro que si se entrenara no sería menos inteligente", bromeó. Enseguida llamó "irresponsables" a los miembros del Gobierno de Aznar por haber manejado el caso Carod como lo han hecho.