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Zapatero exige a los obispos que revisen su doctrina sobre la violencia doméstica

Promete que la religión dejará de computar a efectos académicos

Luis R. Aizpeolea

El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero,anunció ayer que si gobierna derogará la norma "impuesta por el PP y el señor Rajoy" que ha hecho obligatoria la asignatura de religión en la enseñanza. Se refirió también al texto de la Conferencia Episcopal que califica la violencia doméstica de "fruto amargo de la revolución sexual". "No es razonable que teorías que justifican el machismo y la sumisión de la mujer decidan el futuro académico y profesional de nuestros jóvenes", dijo el candidato socialista a la presidencia del Gobierno.

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Zapatero hizo el anuncio de que la religión será únicamente voluntaria y no computará académicamente en la apertura de la reunión de la Internacional Socialista de Mujeres, celebrada en Madrid. Esta reunión, que preside Pía Locatelli, centrará sus debates en la violencia doméstica. Por eso el líder del PSOE fue rotundo al referirse al documento difundido el lunes por la Conferencia Episcopal, en el que propone que las escuelas enseñen su doctrina sobre la sexualidad, el matrimonio y la familia y en el que se vincula la "revolución sexual" con la violencia de los hombres hacia las mujeres.

"Les diré a los señores obispos que la causa de la muerte violenta cada año de cien mujeres en nuestro país no es la revolución sexual. Es el machismo criminal", dijo Zapatero. En esta línea, pidió a la Conferencia Episcopal que "revise urgentemente su doctrina".

El secretario portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, rectificó ayer la declaración de los obispos: "Se ha sacado de contexto la pastoral. La Iglesia no asegura que la revolución sexual sea el origen de la violencia doméstica. La violencia doméstica es anterior a la revolución sexual", precisó Martínez, quien añadió que "esa pretendida revolución sexual iba a remediar el problema de la violencia doméstica y no ha sido así".

En su intervención ante la Internacional Socialista de Mujeres, Zapatero sacó a relucir la estadística para poner de relieve el problema de la violencia doméstica, que "a comienzos del siglo XXI sigue siendo la peor lacra para las mujeres": principal causa de muerte entre las europeas de 16 a 44 años; una de cada cinco mujeres europeas es víctima de la violencia; la mitad de las mujeres que mueren por homicidio en el mundo son asesinadas por sus maridos, y sólo en España casi cien mujeres han muerto en 2003 a manos de sus parejas.

Anunció que llevará al próximo Consejo de la Internacional Socialista, que se reúne este fin de semana en Madrid, un compromiso para que todos los partidos sitúen como prioridad la lucha contra la violencia contra la mujer. Y se comprometió, si gobierna, a "ser implacable en la guerra contra el machismo criminal".

No dejó pasar por alto el reciente calificativo de "menudencias" que el presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, otorgó al abuso sexual de una menor por parte del alcalde de Toques, que recientemente se dio de baja en el PP. "El PP debería ejercer ese principio que tanto pide a los demás, que es asumir responsabilidades políticas" pues "los populares acumulan ya demasiadas situaciones en las que miran para otro lado".

En esta línea, arremetió contra la promesa del candidato del PP, Mariano Rajoy, de poner en marcha una Plan Integral contra la violencia doméstica. "Lo hace un año y medio después de que el PSOE propusiera una ley que fue rechazada en bloque por el Gobierno del PP. El PP utiliza de modo partidista la violencia contra las mujeres, como lo hace con el terrorismo".

Carme Chacón, Teresa Fernández de la Vega, Zapatero, Pía Locatelli, Cristina Narbona e Isabel Pozuelo.
Carme Chacón, Teresa Fernández de la Vega, Zapatero, Pía Locatelli, Cristina Narbona e Isabel Pozuelo.RICARDO GUTIÉRREZ

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